Beirut— Los rebeldes que luchan por romper un sitio de las fuerzas del gobierno sirio en suburbios controlados por la insurgencia libraron combates que han dejado alrededor de 75 muertos de ambos bandos, dijeron ayer activistas.
La lucha se prolongó durante la noche en la zona de Guta, al este de Damasco, donde las fuerzas leales al presidente Bashar Assad han impedido por meses el ingreso de alimentos, agua potable, medicinas y otros suministros.
Rami Abdurrahman, del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, así como un activista que se encuentra en la cercana región de Qalamoun, dijeron que la insurgencia lanzó el viernes su ataque y en los combates hubo 20 muertos.
Los otros 75 muertos del sábado y las primeras horas del domingo constituían una elevada cifra de bajas para una sola jornada de lucha.
Abdurrahman calculó que aproximadamente 30 de los combatientes eran rebeldes del Frente Nusra y el Estado Islámico en Irak y el Levante, vinculados con al-Qaida; unos 20 eran rebeldes chiíes de Irak, y otros 25 pertenecían a las fuerzas del gobierno sirio o al grupo armado chií libanés Jezbolá.