Famoso por decorar el legendario cóctel “Bloody Mary”, así como muchos aperitivos, el apio, además, tiene múltiples usos.
Se consigue en todas partes y su precio, por lo general, es moderado.
La Real Academia Española define al apio como una planta de la familia de las umbelíferas, de cinco a seis decímetros de altura, con tallo jugoso, grueso, lampiño, hueco, asurcado y ramoso, hojas largas y hendidas y flores muy pequeñas y blancas.
Además de sus cualidades en el ámbito gastronómico, a esta planta se le adjudican abundantes propiedades curativas. Recuerda, antes de consumir este o cualquier otro producto, debes consultarlo con un experto en salud.
– Ayuda a prevenir el cáncer. Se dice que detiene el crecimiento de células tumorales y previene la reproducción de los radicales libres.
– Reduce la presión arterial. Su zumo permite que la sangre fluya normalmente al relajar el músculo alrededor de las arterias y dilatar los vasos sanguíneos.
– Reduce el colesterol. El zumo de apio reduce significativamente el llamado colesterol malo (lipoproteína de baja densidad (LDL).
– Ayuda a combatir el resfrío, la gripe y la neumonía.
– Fortalece el sistema inmunológico.
–Combate la inflamación y el dolor.
–Tiene propiedades calmantes y sedantes.
– Mejora la función renal, es un excelente diurético y laxante, y ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo.
– Ayuda a detener la formación de cálculos renales.
– Alivia los síntomas de la alergia.
– Alivia los síntomas de la menopausia.
– Previene la pérdida de memoria.
– Previene las infecciones del tracto urinario.
– Promueve una buena digestión y ayuda a evitar las úlceras estomacales.
– Ayuda a perder peso.
– Ayuda a calmar el sistema nervioso.