PHOENIX — Según la Prensa Asociada, luego de que el coronavirus volvió a propagarse en China esta semana, el país respondió el miércoles cancelando vuelos y suspendiendo la reanudación de actividades, y describió la situación como “extremadamente grave”. Mientras tanto en Estados Unidos, donde los casos de COVID-19 siguen aumentando, las autoridades locales se han negado a exigir que la gente porte mascarillas.
Las autoridades locales de Estados Unidos, que tiene la mayor cantidad de casos y muertes que cualquier otro país, están batallando para equilibrar las exigencias de derechos constitucionales y libertad personal con las advertencias de las autoridades de sanidad sobre que ser laxos tendrá consecuencias mortales.
China respondió el miércoles a un nuevo brote en Beijing con la cancelación de más del 60% de sus vuelos hacia la capital, la suspensión de clases y reforzando los requerimientos de distanciamiento social. Fue un marcado retroceso para la nación que en marzo había clamado victoria sobre el COVID-19.
“Esto realmente ha hecho sonar la alarma para nosotros”, dijo el secretario del Partido Comunista durante una reunión del Comité Permanente.
En otros países donde las infecciones han repuntado, los gobiernos respondieron endureciendo nuevamente las restricciones.
Pero mientras los estados de Estados Unidos deciden cómo y cuándo reanudar algunas actividades económicas en medio de un aumento de casos de coronavirus en sitios como Arizona y Florida, exigir el uso de mascarillas se ha convertido en un debate político y cultural. Y algunos funcionarios locales han rechazado las recomendaciones de los médicos.
“Portar mascarillas disminuye la propagación de este virus”, comentó el doctor Bill Saliski, especialista en pulmones del Hospital Jackson, de Montgomery, Alabama. “Si esto continúa de la misma forma, nos vamos a ver superados”.
El condado de Montgomery ha registrado más de 700 casos de coronavirus en la última semana, más que cualquier condado de Alabama, con un total de 2.922 contagios.
El martes por la noche, Saliski pidió al Ayuntamiento de Montgomery que ordenara el uso de protecciones en el rostro en reuniones públicas de 25 personas o más, pero la medida fracasó, debido a que los miembros estaban preocupados por violar los derechos de las personas.
“Creo que hacer que alguien haga algo o requerir que alguien porte algo es una extralimitación”, comentó Brantley Lyons, miembro del Ayuntamiento.