Es innecesario debatir sobre la popularidad de los videojuegos y la preferencia de los niños y jóvenes sobre estos juguetes, incluso los padres se los facilitan hasta en los celulares. Así pues, resta a los adultos crearles un balance entre estos artículos y los que también contribuyen a desarrollar sus destrezas motoras, intelecto y a promover la interacción con sus semejantes.
Una oportunidad para ponerlo en práctica es la época navideña que se avecina. Walmart investigó los juguetes favoritos de niños puertorriqueños en un grupo focal con chicos y chicas de 5 a 10 años, y contó con la intervención de la sicóloga Arminda Miranda. Se aseguraron de brindarles juguetes de moda y apropiados para sus edades y analizaron los que escogían. Entre los más populares para esta temporada figuran: Ninja Turtles, Lalaloopsy, la avioneta de Dusty Crophopper de Disney’s Planes, Elmo, La baticueva de los amigos, Legos de Super Heroes, Monster High y Hot Wheels.
“En esta época de videojuegos es bueno también que continúen con la tradición de jugar con juguetes que los ayudan a desarrollar destrezas, como es la socialización con otros niños. Por ejemplo, un niño derramó legos en el piso y varios niños lo acompañaron y se quedaron construyendo. Eso es ejemplo de cómo se trabaja en equipo. Las piezas de lego son buenos para desarrollar destrezas de motor fino”, explicó Viviana Mercado, gerente de Asuntos Corporativos de Walmart PR.
Por su parte, Miranda explicó qué buscan los niños a través de los juguetes.
“El mundo del juego es imprescindible para todo niño. A través del juego aprenden a entender un poco y a adaptarse al mundo real, que es complejo y fabricado por los adultos con reglas de adultos. En su mundo del juego, donde tiene control, pueden soltar emociones, se expresan como quieren u sienten. Ellos empiezan a aprender que en el mundo de los adultos no les pueden gritar cuando tienen coraje o tocar unas cosas, mientras que en el mundo de la imaginación sí pueden”, expresó Miranda.
La mayoría de los juguetes y personajes les sirven para proyectarse, soltar y manejar sus emociones. En la etapa de 3 a 6 años empiezan a imitar a los padres y a tomar la iniciativa con relación con lo que han aprendido.
“La etapa de 7 a 11 años es la de logros, ya han aprendido unas destrezas básicas del lenguaje, intelectuales y de motor fino y grueso, y lo van a demostrar y se van a productivos. En etapa se les critica mucho y hacerlo de forma inadecuada le hace provoca que le surjan sentimientos de inferioridad y todo esto tiene que ver con la autoestima que en
esta etapa es vital. En el mundo de los juguetes los juegos de mesa son fabulosos porque tienen que seguir reglas y compartir con sus pares”, comunicó la sicóloga.
Asimismo enfatiza la evaluación de los juguetes porque desde los tres años los niños tienen la capacidad para escogerlos.
“Los padres tienen valores y de acuerdo a estos les pueden dar a escoger dentro de varios juguetes de moda para hacer un balance y propiciar que tomen la iniciativa porque así se siente seguros de sí. Pues un padre saludable no quiere otra cosa que su hijo sea saludable, física y sicológicamente y lo más importante que sea feliz”, añadió Miranda.
Entre los juguetes recomendados por esta profesional de la salud mental, figuran: legos y rompecabezas que relacionados a destrezas de motor fino coordinación visual motora. Juguetes que envuelvan la creatividad e imaginación son favorables para todas estas edades.
“Los juegos de mesa son fabulosos para relacionarse con otros y vienen para temprana edad. Los ayudan a tener control sobre sus impulsos, a tomar decisiones y a desarrollar estrategias. Le regalaría un libro a todas las edades porque es un pasaporte seguro a la imaginación y van creando el gusto por leer. Recomiendo bicicletas, patinetas y patines porque es bien importante el ejercicio físico, logren resistencia, control en las piernas y fuerza”, recomendó Miranda.
Juguetes por etapas:
* 3 a 7 años: juego de cocina, taller de mercado, casa de muñeca, muñecos, peluches, la madriguera secreta porque recrean lo que ocurre en su casa o escuela y se representan ellos mismos. Esto les ayuda en el lenguaje e interacción social. Así como disfraces porque se pueden transportar a un mundo mágico.
*3 a 11 años: Todo lo relacionado a dibujar y manualidades porque “el arte les apoya la imaginación y sensibilidad, apacienta el espíritu y los tranquiliza. Los ayuda a soltar todo lo que tiene dentro y los sicólogos lo utilizamos para ver qué está ocurriendo”.
La relevancia de desarrollar la imaginación estriba en que es un vehículo para recrear lo que ocurre a su alrededor, así como “empezar adaptarse al mundo adulto y poder soltar o manejar preocupaciones, miedos e inseguridades que tiene en este proceso de adaptarse”. Si son demasiado fantasiosos, como todo extremos no es saludable, sugiere que el padre entre en ocasiones a ese mundo del menor para enseñarle valores y lo que entienda es permitido o no. Si es demasiado fantasioso debe llevarlo a un sicólogo para saber que le está sucediendo.
Finalmente, si se vuelven adictos a los videojuegos póngase alerta como adulto porque Miranda advierte que los estudios han demostrado que “el contacto constante con estos juguetes alta tecnología pueden afectar la manera en que se pueda desarrollar la mente de los niños, aumentando esa necesidad de gratificación inmediata. Se les puede va hacer difícil entender cómo pueden hacer que las cosas sucedan porque la máquina es quien hace que suceda todo de una forma mágica, que no necesariamente es la realidad. Pero, el mundo de alta tecnología es el que estamos viviendo y también lo estamos adaptando al mundo de la realidad, pero el llamado es al balance”.