Hallazgos apuntan a que mantener limpio los espacios y evitar a personas enfermas no es suficiente protección.
Muchos adquieren un resfrío al menos una vez al año. Por más de que se cuiden, al final el virus de la gripe termina ganando la batalla.
Y es que por muchos esfuerzos que se hagan para evitar el contagio, toparse con el virus es mucho más sencillo de lo que se cree. La gripe es una infección respiratoria causada por cierto número de virus, que comúnmente se pensaba que se transmitían cuando se tocan superficies contaminadas, por la saliva o simplemente estornudar o toser.
Gracias a un estudio de la Universidad de Maryland, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ahora sabemos que para propagar el virus ni siquiera es necesario toser o estornudar, solo basta con respirar.
“Hemos descubierto que las personas con gripe contaminaban el aire a su alrededor con el virus infeccioso solo a través de la respiración, sin toser ni estornudar”, explicó el doctor Donald Milton, encargado de la investigación, en un comunicado.
“Los enfermos generan aerosoles infecciosos (pequeñas gotas que permanecen suspendidas en el aire durante mucho tiempo) incluso cuando no están tosiendo, y especialmente durante los primeros días de la enfermedad”, añadió.
El experimento seleccionó a 142 estudiantes con el virus de la gripe para dejar su aliento en una máquina, junto con otras muestras de sus fluidos procedentes de estornudos o tos.
Tras el estudio, los investigadores encontraron partículas virales en las muestras de estornudos y tos, algo lógico, pero lo sorprendente fue que localizaron estas partículas de la gripe también cuando estos estudiantes no estaban tosiendo, simplemente respirando.
Los hallazgos apuntan a que mantener limpio los espacios, lavarse las manos constantemente y evitar a personas enfermas no es suficiente protección, incluso los resultados del experimento mostraron que aquellas personas que se habían vacunado este año o el anterior contra la gripe, eran propensas a volverla a padecer.
Tal vez la mejor forma de prevenir este mal sería que cuando alguien contrae la gripe, se vaya a casa y no permanezca en su centro de labores, para evitar infectar a otros. “Quedarse en casa, alejados de los espacios públicos, sí podría marcar una diferencia en la propagación del virus de la influenza”, comentaron los investigadores.