Otra vez te ha pasado, has subido un par de kilos y ¡pam! ¡Se acumula todo en tu cara! O quizás has bajado de peso, pero parece que tu rostro no se da por aludido y adelgazas de cuerpo solamente. Te indignas y te preguntas: ¿Qué hay detrás de los cachetes y la barbilla redonda? Hablamos con la Doctora Neus Tomás, especialista en estética del Instituto Javier de Benito, para que nos de respuesta a la gran pregunta.

Según la doctora, la razón es principalmente constitucional, es decir, “en función de la herencia genética, tendrás una disposición ósea determinada, lo que hace que la musculatura y la repartición de las grasas sean peculiares”. Aunque también existen otros factores sobre los que sí puedes incidir:

1. Lucha contra la retención de líquidos

El exceso de la ingesta de alcohol, azúcar y sal está íntimamente ligado con las caras “gorditas”. Estos 3 ingredientes son los principales causantes de la retención de líquidos en los tejidos de nuestro cuerpo. Para luchar contra este problema es muy importante estar siempre hidratada. Piensa que cuando tu cuerpo sufre períodos de deshidratación es cuando se retienen los líquidos y se crean los efectos indeseables de hinchazón.Más: Haz del agua tu mejor aliado

2. Trata tus intolerancias alimenticias

Normalmente la gente que tiene alergias e intolerancias alimenticias, como por ejemplo, la sensibilidad al gluten, suele quejarse de tener la cara más rellenita. El hinchazón es un síntoma de que algo no funciona bien en tu sistema digestivo. Así que si no estás segura, visita a un médico, quizás tratando tu intolerancia puedas reducir la inflamación en tu cara y cuerpo.

3. Mantén a raya tus hormonas

Si se te hincha la cara cuando tienes la regla, puedes visitar a tu ginecólogo para que te ayude a estabilizar las hormonas. Dentro de los síndromes premenstruales y menstruales, la hinchazón es uno de los más comunes y entre sus víctimas preferidas se encuentra la cara. Si además de las inflamaciones, sufres sofocos de calor y tus períodos menstruales son irregulares puede que estés entrando en la premenopausia, la fase anterior a la menopausia, que puede durar muchos años. Algunas mujeres la comienzan a sufrir a los treinta y tantos años. Más:Estas son las hormonas culpables de tus cambios de humor. Si con estos 3 consejos no tienes suficiente, la Doctora Tomás nos explica que “existen tratamientos estéticos, como lamesoterapia facial, el lifting con toxina botulínica o los hilos tensores”, que pueden ayudarte a reducir la grasa localizada en tu cara o cuello. No obstante, “la elección de un tratamiento determinado se hace después de un estudio personalizado a cada paciente”.