Hoy sesiona el nuevo Congreso, de mayoría republicana. En una de las primeras medidas que adoptó, el lunes por la noche los miembros republicanos de la Cámara de Representantes votaron a favor de eliminar la Oficina de Ética del Congreso, dejando sin efecto las reformas adoptadas tras un escándalo de ética en el que se vieron implicados congresistas republicanos.

Se informó que la votación fue sorpresiva y no contó con el apoyo del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ni del líder de la mayoría, Kevin McCarthy. Está programado que hoy todos los miembros de la cámara baja voten la medida, en virtud de la cual la Oficina de Ética del Congreso pasará a denominarse Oficina de Supervisión de Denuncias del Congreso y estará bajo la supervisión de la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes.

La decisión eliminará la autoridad e independencia del órgano de investigación y otorgará más poder a los legisladores con respecto a investigaciones internas. Según The Washington Post, en virtud de la nueva normativa, la oficina no podrá contratar a un portavoz, investigar denuncias anónimas ni remitir delitos penales a fiscales sin el consentimiento expreso de la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes, que también tendrá la facultad de poner fin a las investigaciones de la oficina.

El promotor de la medida, el representante republicano Bob Goodlatte, de Virginia, dijo en una declaración que la medida “refuerza la normativa actual y mejora los derechos de debido proceso para los miembros de la Cámara de Representantes que son investigados”. Visite democracynow.org/es para acceder a la entrevista sobre la Oficina de Ética del Congreso con Craig Holman, que contribuyó a crearla.