Screen Shot 2013-12-02 at 9.01.50 AMDistrito Federal— Cinco cultivos básicos en México, que concentran 57 por ciento de los 22 millones de hectáreas que se destinan a la agricultura, padecen los problemas generados por la recuperación de la producción.

Luego de que en 2011, el campo sufrió la sequía más severa en 70 años, hoy las cosechas de maíz, frijol, sorgo y caña de azúcar viven en la abundancia, pero los productores enfrentan caídas en los precios hasta de 50 por ciento.

Con excepción del frijol, el pago a los productores se guía por la evolución que tienen los precios internacionales de los comodities.

Para expertos y productores, la causa principal es el desorden en los mercados, la falta de planeación en la producción y la baja competitividad.

Por ejemplo, se sobreproduce maíz blanco y se deja de cosechar amarillo, sin tomar en cuenta las verdaderas necesidades del país.

En tanto, este año en azúcar, por las abundantes lluvias, se obtuvo la mayor producción nacional en la historia.

En frijol la situación es tan desfavorable, que el precio de cotización no alcanza a cubrir los costos.

Para el maíz el problema es la variedad del grano. Carlos Salazar, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, dijo que históricamente el maíz blanco siempre había tenido un sobreprecio de hasta un 30 por ciento con respecto al amarillo.

Esto derivó en un déficit de cerca de 8 millones de toneladas del grano amarillo. La tonelada de maíz se cotiza en 2 mil 400 pesos, cuando en 2011 rebasaba los 5 mil pesos.

Las cotizaciones internacionales de sorgo cayeron hasta 25 por ciento entre 2011 y septiembre de este año, pero en México para los productores el pago se ha reducido más de 40 por ciento.

Se pone en riesgo la rentabilidad del cultivo, asegura Juan Báez, presidente del Sistema Producto Sorgo.

Tan sólo este año, la tonelada se paga al productor en mil pesos, con 7 millones de toneladas de este grano y menos de la mitad bajo esquemas de agricultura por contrato, la pregunta es cómo y a quién venderlas, manifestó.

“Con estos precios no hay forma de garantizar que el productor recupere lo que invierte en el cultivo y logre tener una ganancia”, dijo.

La buena noticia, es que el frijol podría llegar a 900 mil toneladas este año; la mala, que hay que aceptar las ofertas de los coyotes.

Hace falta incrementar la producción y reducir los costos para poder competir contra las importaciones de Estados Unidos, explica Abraham Montes, presidente del Sistema Producto Frijol.

“No queda más que aceptar el precio que nos da el coyote, de 7 pesos por kilo, cuando lo mínimo para tener una ganancia es 10 pesos y al consumidor se lo venden arriba de 20”, dijo.

Este año, la producción de caña de azúcar derivó en una producción récord de casi 7 millones de toneladas y una caída en el precio de casi 40 por ciento en su precio. Expertos estiman los excedentes en más de 2 millones de toneladas de azúcar.