Cayey. La Policía de Cayey no atendió de manera adecuada a una mujer con hematomas en el rostro y en diferentes partes del cuerpo, debido a que el presunto agresor había conseguido horas antes una orden de protección en su contra.
Así lo denunció José Bones Rivera, hermano de la mujer agredida, quien hizo un llamado a través de las redes sociales para tratar de evitar que la situación se repita con otras mujeres.
“Los agentes de Cayey no querían cogerle la querella a ella… aunque la estaban viendo con los hematomas… y no la llevaron al hospital”, relató el hermano vía telefónica.
“Como ella llegó a la casa de él (presunto agresor), él le llamó a los guardias y dijo que ella le dio, pero la que tuvo que ir a emergencias, la que tiene los hematomas es ella. Él le dio como si ella fuera un hombre”, agregó molesto.
La mujer dijo que tuvo que ir al día siguiente -sábado- al cuartel de Guayama para que escucharan su versión en la Unidad Especializada de Violencia Doméstica.
El lunes, el fiscal Víctor Casiano, de Guayama, tras entrevistar a ambas partes, decidió radicar cargos contra el presunto agresor, identificado por la Policía como Max Díaz Pérez.
La fiscal de distrito de Guayama, Marjorie Gierbolini, indicó que el juez Francisco Ocasio determinó causa para su arresto por el artículo 3.1 de la Ley 54 de Violencia Doméstica por maltrato físico y le impuso una fianza de $1,000, que pagó.
Por su parte, el sargento Javier Soto Rosario, del cuartel de Cayey, defendió la gestión del agente José Brenes Torres, quien atendió la situación.
“Él (Max) estaba con la camisa rota y tenía marca en el cuello. Él alegó que ella llegó agresiva a su casa, pero sí admitió que él le había dado. Como ambas partes se agredieron se trajeron aquí al cuartel”, dijo el sargento, quien aceptó que la orden de protección expedida no se había diligenciado oficialmente.
Por su parte, la teniente Aymeé Alvarado, coordinadora de las divisiones de Violencia Doméstica de la Superintendencia Auxiliar en Investigaciones Criminales, dijo que si el incidente se manejó de manera inadecuada, el asunto no se quedará en el aire.
La teniente detalló que quien puede confirmar si los agentes de Cayey fallaron o no en su trato a la presunta víctima es la sargento Alma Montañez, quien dirige la División Especializada de Violencia Doméstica de Guayama. Sin embargo, el lunes y martes Montañez se encontraba en un adiestramiento del Ejército.
“Si ella (la mujer agredida) entiende que hubo algo mal hecho, la sargento Montañez lo va a referir porque allí no están con paños tibios y están bien comprometidos con ayudar a las víctimas de violencia doméstica”, afirmó Alvarado.
La procuradora de las Mujeres, Wanda Vázquez, dijo que todos los agentes tienen la responsabilidad de atender adecuadamente a las víctimas y conocerse el protocolo.
“No solo las unidades especializadas tienen que saber. Precisamente el problema principal que tenemos es en los precintos y cuarteles de los pueblos en que, a pesar de los adiestramientos, a veces hay resistencia a manejar los casos adecuadamente”, lo que aumenta la impresión de falta de confianza en las víctimas, afirmó.
Asimismo, elogió que los familiares se involucren y apoyen a las víctimas para que puedan manejar la presión emocional y las ayuden a que no se retracten.