Ciudad de México.- El agua, así como el té y el café sin azúcar, pueden hacer una gran diferencia en la salud y bajar el riesgo de padecer diabetes tipo 2 si sustituyen aunque sea una bebida endulzada al día.

Científicos de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, utilizaron los datos de más de 25 mil hombres y mujeres de entre 40 y 79 años, sobre su tendencia a la diabetes y la dieta que llevaban, especialmente del consumo de refrescos, té, café, jugo de fruta y leches saborizadas.

Los expertos ajustaron los factores de índice de masa corporal, la ingesta total de calorías y otras variables de aspectos socioeconómicos, conductuales y de la dieta, con lo que encontraron que tomar aunque sea un refresco o una leche saborizada a diario, incrementa el riesgo de diabetes de 14 al 27 por ciento.

El estudio publicado en la revista Diabetologia, concluyó también que cada cinco por ciento adicional de las calorías totales de las que constan las bebidas endulzadas, eleva este riesgo en un 18 por ciento.

Y aunque encontraron que beber jugo de fruta o té y café endulzado no cambió el riesgo de diabetes, cambiar por lo menos una de estas bebidas sí ayuda a reducirlo.

“Escuchamos mucho sobre los efectos negativos a la salud de estas bebidas, generalmente damos las malas noticias, pero aquí tenemos algunas soluciones para las que se pueden usar buenas bebidas de reemplazamiento: agua y té y café sin endulzar”, dijo la doctora del Instituto de Ciencia Metabólica de la Universidad y principal autora del estudio Nita Forouhi, en declaraciones recuperadas por el The New York Times.

Actualmente, científicos, organizaciones civiles y algunas autoridades de salud alrededor del mundo están alertando por el alto consumo de azúcar y sus efectos sobre la salud, al derivar en obesidad y posteriormente en las enfermedades no transmisibles que se están convirtiendo en las primeras causas de muerte a nivel global.

La diabetes por ejemplo figura ya como la tercera causa de muerte en el mundo y la segunda en México, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En días pasados, la OMS, puso el dedo en la llaga de las empresas de alimentos y bebidas, al endurecer sus recomendaciones para el consumo de azúcar a “menos del 10 por ciento del consumo total de calorías diarias”, es decir menos de 50 gramos o menos 12 cucharaditas, con el fin de reducir los riesgos a la salud.

La dependencia de salud de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) además extendió una recomendación “condicional”, en la que sugiere reducir dicho consumo hasta el cinco por ciento o 25 gramos (seis cucharaditas), para obtener beneficios adicionales.

La industria azucarera ha sido señalizada por seguir tácticas parecidas a la de las tabacaleras, al demeritar los hallazgos científicos que podrían afectarlo y tratar de financiar estos esfuerzos para mantener los resultados bajo control. Anteriormente al llamado de la OMS la Industria Refresquera Mexicana se había servido de un comunicado para negar “categóricamente” la relación entre el consumo de bebidas azucaradas y el incremento de casos de diabetes en el país, “estas afirmaciones son malintencionadas y carentes de sustento científico […] Instituciones especializadas y expertos en el tema coinciden en que la diabetes es resultado de un desorden metabólico debido a la resistencia y/o insuficiencia a la insulina en el organismo. La diabetes tiene múltiples factores de riesgo, que van desde la predisposición genética, el sobrepeso y la talla abdominal, los hábitos sedentarios y dietas desequilibradas, entre otros. La ingesta de azúcares y otros carbohidratos no son los causantes directos de este padecimiento”, escribieron.

Dos años después, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) citó los resultados del Dr. Dariush Mozaffarian, rector de la Escuela Friedman de Políticas y Ciencias de Nutrición de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, en los que dijo, las bebidas azucaradas son responsables de más de 24 mil muertes cada año en México, y en menores de 45 años se relaciona con los fallecimientos atribuidos a la diabetes, enfermedad cardiovascular y obesidad, del 22 por ciento de los hombres y el 33 por ciento de las mujeres.

Actualmente, México es el país con el mayor consumo de refresco anual con 163 litros per cápita, de acuerdo con un estudio de la organización civil internacional Oxfam y la mexicana El Poder del Consumidor, y según un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) actualmente existen 8 millones 600 mil diabéticos por sobrepeso u obesidad, esto significa que más del 7 por ciento de la población mexicana tiene diabetes, lo que la coloca como la tercera causa más común de muerte.