RIO DE JANEIRO — De acuerdo a la Prensa Asociada, Los incendios en la Amazonía brasileña han provocado un clamor internacional por la conservación de la selva más grande del mundo. AP explica el papel de la Amazonía en la regulación del clima mundial. ¿CORRE PELIGRO LA PROVISIÓN MUNDIAL DE OXÍGENO? No. Se dice que la Amazonía produce el 20% del oxígeno mundial, pero los climatólogos aseguran que la cifra es errónea y en todo caso la provisión de oxígeno no corre peligro. Eso se debe a que las selvas, incluida la amazónica, absorben aproximadamente la misma cantidad de oxígeno que producen. Las plantas producen oxígeno mediante la fotosíntesis, pero lo absorben para crecer, igual que los animales y los microbios. Eso no significa que los incendios no son un problema para el planeta.  La Amazonía es crucial en la absorción de dióxido de carbono, un gas de invernadero producido por la quema de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón.  ¿ES LA AMAZONÍA EL “PULMÓN DEL PLANETA”? Se suele decir que la selva amazónica es el “pulmón del planeta”, pero quizás esa no sea la analogía más precisa de su función. El climatólogo Carlos Nobre, de la Universidad de Sao Paulo, dice que es más acertado presentar la función de la Amazonía como un dispositivo para el drenaje de dióxido de carbono, un gas que atrapa el calor, de la atmósfera. En la actualidad, el mundo emite anualmente 40.000 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. La Amazonía absorbe 2.000 millones de toneladas de CO2 por año (el 5% de las emisiones anuales), se ahí su función vital para impedir el cambio climático. ¿QUÉ SIGNIFICAN LOS INCENDIOS EN LA AMAZONÍA PARA EL CLIMA MUNDIAL? Los incendios significan no solo que desaparece la foresta absorbente de carbono, sino también que las llamas emiten millones de toneladas de carbono por día. Nobre dice que nos acercamos a un “punto de inflexión” que transformaría la selva tupida en una sabana tropical. La selva recicla su propia agua para producir una parte de la lluvia de la región; por eso, la deforestación reduce las lluvias y prolonga la estación seca. Nobre calcula si se destruye el 20 al 25% de la selva, la estación seca se prolongará lo suficiente para transformarlo en sabana. “Desgraciadamente, ya vemos señales de la transformación de la Amazonía en una sabana”, dijo en alusión a las estaciones secas cada vez más prolongadas. “Ha dejado de ser teórico, ya está sucediendo”.