Distrito Federal— El estado de salud de Mario Aburto Martínez, autor material del asesinato del ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio en 1994 es reportado estable y en lo psicológico fue diagnosticado con rasgos de trastorno antisocial de la personalidad.
De acuerdo con su perfil clínico criminológico de evolución, con fecha del 11 de marzo de 2014, elaborado en el Centro Federal de Readaptación Social número 6, de Huimanguillo, Tabasco, donde se encuentra recluido, los rasgos de carácter de control de impulsos, tolerancia a la frustración y respuesta a la demora se encuentran en niveles adecuados.
El documento indica que cuenta con la fuerza de voluntad para evitar caer en alguna provocación de su entorno, por lo que tiende a controlarse, canalizando su agresividad con mecanismos conscientes de afrontamiento.
Sobre su estado de salud, el estudio clínico indica que Aburto padece de otitis externa, miopía, dolor lumbar agudo, gastritis y lumbagia por esfuerzo.
Acorde al manual de tratamiento de los internos en centros federales de readaptación social, a partir de su ingreso, Mario Aburto cuenta con tres valoraciones semestrales de seguimiento, la más reciente arrojó adaptación institucional apropiada y proceso evolutivo progresivo, además de conservar la clasificación por categoría como autor material de alto riesgo: “es preciso mencionar que el tiempo compurgado significativamente ha contribuido a aumentar su umbral delincuencial”.
En la conclusión criminológica se indica que Aburto muestra una tendencia positiva en su proceso de reclusión, pese a que, luego de su ingreso al penal de Huimanguillo, con fecha del 6 de julio de 2012, en otros años y en otras prisiones donde había estado recluido, infringió el reglamento de los centros federales por intento de extorsión por parte de sus compañeros, “ante la escasa asertividad se hizo acreedor a sanciones disciplinarias”, indicó el estudio.
En el reporte, Aburto ha logrado “ajustar su conducta”: actualmente “sus rasgos de carácter de control de impulsos, tolerancia a la frustración y respuesta a la demora se encuentran en niveles adecuados”.
El documento concluye que Mario Aburto, el asesino de Colosio, y por lo que purga una condena de 45 años, “es una persona auténtica y sincera en sus relaciones interpersonales”. También indica que es prudente, reservado, serio, de buen trato, “se percibe seguro de sí mismo, optimista, con confianza en el futuro; se muestra tal cual es, generoso y cordial”.
Durante sus años en prisión Mario Aburto se ha refugiado en la religión. También tomó clases en el taller de ortografía.