Amalia Panea hace 3 días

Seguro que has escuchado mil veces el latinismo que invita a vivir el presente: “Carpe Diem”. Es más, incluso te has propuesto cumplir con lo que éste dicta al pie de la letra. Sin embargo, estamos en un mundo en el que engullimos el tiempo sin disfrutarlo, son tantas las distracciones que nos bombardean que la desconcentración es continua.

Hagamos la prueba: si has empezado a leer el artículo y antes de llegar a este punto has contestado una llamada telefónica y has enviado un par de whatsapps, sufres de atención parcial y, probablemente, a menudo te invade el estrés. ¡Cambia el chip, debes aprender a estar presente en el presente! ¿Cómo? Esta técnica budista conocida como mindfulness se va a convertir en tu mejor arma.

Este concepto lo aplica la psicología occidental como método terapéutico para el control de las emociones a través de la atención plena. A menudo, la distancia que separa el éxito del fracaso está en la capacidad de concentración. En otras palabras, si estás con cientos de cosas en la cabeza, dudarás incluso del resultado de 2 + 2. La atención plena permite la retención de conceptos, relacionarlos entre ellos e incorporarlos de forma amueblada en nuestra cabeza.

¿En qué se diferencia de la meditación? “Operan en ámbitos distintos. Por un lado, la meditación lo hace en un ámbito más espiritual y, por otro, el mindfulness, en un ámbito más terapéutico”, asegura Soledad Calle, directora del Postgrado en Mindfulness y Psicoterapia del Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona. Pese a tener distintas aplicaciones, ambas técnicas se combinan a la perfección, de hecho, en algunos programas de mindfulness, como los orientados a combatir el estrés, también se emplean técnicas de meditación, respiración y  relajación, así como posturas de yoga.

En pleno siglo XXI, centrar toda nuestra atención en una tarea dejando a un lado los estímulos externos que nos distraen de lo que realmente importa parece misión imposible, pero, como tantas otras capacidades del ser humano, la atención también se entrena. ¿Un primer paso? Aparca más a menudo el móvil, la distracción number one ¡Notarás la diferencia! Toma buena nota, porque esta disciplina, pese a tener más de 2.500 años de antigüedad, está más de moda que nunca. Tal y como asegura la Fundación para la Educación y el Desarrollo Transpersonal, esta terapia tiene un sinfín de beneficios vinculados a factores como el sueño o la gestión del estrés. Descubre los diez beneficios que harán que caigas rendida a los pies de este tipo de meditación.

1/ “NO” al estrés. El mindfulness aporta calma y serenidad interior, lo que mejora la salud física y emocional. Además, reduce la presión arterial y los niveles de cortisol (la hormona del estrés).

2/ Deja K.O. a los problemas psicológicos. Esta terapia cada vez es más utilizada como tratamiento complementario de la depresión, el dolor crónico, la ansiedad o los trastornos obsesivo compulsivos y de sueño.

3/ Supera tus conflictos.Aprender a disfrutar del momento presente alivia en los procesos de duelo y ayuda a disolver los rencores y viejas heridas que se fijan en el subconsciente y producen negatividad.

4/ Suaviza los extremos de la personalidad. Esta práctica ayuda a madurar emocionalmente, a entender tu yo interior y a evolucionar aceptando las circunstancias de la vida.

5/ Despierta la creatividad y originalidad. A través de la respiración y la relajación se consigue aumentar la lucidez mental y abrir la puerta a la creatividad. También ayuda a pensar de forma diferente ante problemas cotidianos. Ya sabes lo que dijo el gran Albert Einstein: “No podemos resolver los problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos”.

6/ Más compasión y más empatía. El mindfulness desarrolla regiones del cerebro que tienen que ver con la empatía y las emociones ajenas. Practicándolo te costará menos conectar con los demás.

7/ Enjoy! Esta terapia aporta claves para sentirte más feliz, para apreciar los pequeños detalles y momentos que nos suelen pasar desapercibidos por nuestro ritmo frenético de vida.

8/ Te protege contra el Alzheimer. La práctica del mindfulness ha demostrado ser efectiva en la prevención de esta enfermedad, ya que la atención plena consigue estimular los centros neuronales y reducir un gen pro-inflamatorio en el sistema inmunológico relacionado con el Alzheimer.

9/ Más concentración.Varios estudios demuestran que el mindfulness ayuda a reducir las distracciones y centrar la atención en una sola tarea. Algo que verás reflejado en tu trabajo y en todos tus quehaceres diarios.

10/ Dormirás como un bebé.Gracias a la meditación el cuerpo experimenta una relajación natural que ayuda a la liberación de las preocupaciones y a conciliar mucho mejor el sueño.

Descubre las claves para alcanzar tu momento zen (sin necesidad de convertirte a ninguna religión, ni de hacer prácticas místicas de lo más raras) en tu próximo número de Women’s Health. ¡La próxima semana en tu quiosco!