042016-deportes-pix-1Eh P#$%&”: un insulto o una muestra de apoyo

Ciudad de México.- Como densa niebla que desciende por imponentes montañas, los gritos de apoyo de los aficionados irrumpen en todo estadio de futbol, elevando la moral de su equipo favorito e intimidando a todo aquel que se atreve a jugar en contra de los colores que más aman.

El futbol mexicano, desde hace algunos años, ha vivido un fenómeno peculiar que algunos fomentan y otros condenan: el afamado grito “Eh P#$%&”, el cual resuena en los estadios cada vez que el arquero rival despeja el balón. La FIFA, máximo rector del balompié mundial, ha reaccionado en contra del cántico al considerarlo ofensivo y homofóbico, mientras que la afición mexicana reclama su derecho a expresarse.

Determinar sus orígenes es complicado. La mayoría coincide que fue alrededor del año 2000, cuando Oswaldo Sánchez (canterano del Atlas) dejó al América para recalar en las Chivas de Guadalajara, odiado rival de los rojinegros, lo que causó molestia entre los aficionados de los zorros. En cada ocasión que el mítico arquero mexicano enfrentaba al club que lo debutó como jugador profesional en 1993, los simpatizantes atlistas le hacían sentir su descontento al dedicarle tan singular cantico cada vez que despejaba el balón.

Posteriormente, el grito fue arraigándose en la afición mexicana, llegando a sonar en favor de la selección de México durante el Mundial de Alemania 2006 y durante las siguientes dos copas del mundo. Conforme los años transcurrieron el cántico que intenta ser una manera de demostrar el apoyo y de presionar al rival, se ha adueñado de todos los estadios del futbol mexicano y es una constante cuando el Tricolor juega.

Todos coincidimos que el objetivo del “Eh P#$%&” está lejos de tener tintes homofóbicos, sin embargo, se trata de un insulto que ya ha causado multas en contra de la Federación Mexicana de Futbol, y que incluso podrían provocar sanciones más severas por parte de la FIFA tales como perder puntos en la eliminatoria mundialistas, e inclusive quedar fuera de la misma.

Si bien el organismo rector del balompié mundial no vive sus mejores momentos (tras todos los escándalos de corrupción) y tiene otros temas más importantes en los que concentrarse, se ha enfocado en erradicar este tipo de cánticos y como mexicanos no podemos seguir utilizando aquel argumento que señala que el “Eh P#$%&” es una manera de expresarnos y algo que nos identifica.

Porque resulta vergonzoso que nos identifique un insulto, y no un cántico ingenioso que busque impulsar al Tricolor, como lo llegó a ser el amado y odiado “Si se puede”.

Como aficionados debemos considerar el tener mejores argumentos para apoyar a nuestro equipo, hacer sentir que el rival no es bienvenido deportivamente hablando, y respetar los lineamientos establecidos. Es muy posible que ya hayamos cruzado esa delgada línea que separa el apoyo de un insulto insulso y vacío, porque es probable que el “Eh P#$%&” ahora ya no tenga como objetivo el desconcentrar al rival o el mostrar el apoyo a tu equipo, sino simplemente sirva para humillar y ridiculizar.

Debemos ser muy críticos y buscar el bien del futbol mexicano, sin que esto signifique el dejar de lado la fiesta que representa el asistir a un estadio y apoyar a tu equipo, sin que interfiera con el defender nuestras ideas y nuestra libertad de expresión. Pero, el saber dónde terminan nuestros derechos, y dónde comienzan los de los demás: es un dilema que puede dejarnos sin dormir y que aplica perfectamente en este peculiar caso.