Atacante de desfile homosexual en Jerusalén culpable de asesinato
Jerusalen.- Una corte en Jerusalén declaró culpable el martes a un judío ultraortodoxo por el asesinato a puñaladas de una adolescente en un desfile de orgullo gay el año pasado en la ciudad.
Yishai Schlissel además fue acusado de varios cargos de intento de asesinato por las personas a quienes hirió en el ataque del 2015.
Schlissel, que había sido excarcelado semanas antes tras cumplir su sentencia por apuñalar a varias personas en el desfile gay de la ciudad en el 2005, acuchilló a seis en el desfile del 30 de julio. Una de sus víctimas, Shira Banki, de 16 años, murió como consecuencia de sus heridas.
Una audiencia en junio fijará fecha para la sentencia. Schlissel enfrenta la posibilidad de cadena perpetua.
“El acusado no aprendió del proceso legal contra él hace 10 años, ni de su prolongada estadía en prisión. Regresó y cometió estos crímenes con una ideología de odio”, dijo el fiscal Oshrat Shoham.
Jerusalén, conocida por su historia religiosa, realiza un pequeño desfile de orgullo gay todos los años, en contraste con el masivo desfile en la vecina Tel Aviv, que es mucho más liberal. El desfile del año pasado en Tel Aviv tuvo más de 100.000 participantes.
Después de que fuera puesto en libertad, Schissel se expresó con rabia del desfile.
El desfile se llevaba a cabo como planeado, con música festiva, banderas israelíes y participantes adornados con la bandera gay pasando por el centro de Jerusalén, justo antes de que el agresor se dirigiera al desfile y apuñalara a participantes antes de ser detenido por la policía.
“Ésta no es una persona que debería estar en libertad”, dijo Noam Eyal, uno de los heridos por Schlissel. “No estoy hablando de venganza. Pero esa persona es un peligro… y no está claro cuándo dejará de serlo”.
La mayoría de los residentes de Jerusalén son judíos, musulmanes o cristianos practicantes, comunidades conservadoras que en su mayoría desaprueban la homosexualidad. Pero los ataques violentos contra los gay son inusuales.
Desfiles previos en la ciudad han atraído oposición y amenazas.
