El lunes en Siria murieron unas cien personas en una serie de bombardeos aéreos y ataques de artillería del gobierno sirio contra el enclave de los rebeldes en Guta Oriental, en las afueras de la capital, Damasco.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos considera que el lunes fue el día más letal para el área en tres años. Entre las víctimas había decenas de civiles, entre ellos niños, cuyos cadáveres atestaron una improvisada morgue el martes.
Al menos cuatro hospitales habrían sido bombardeados el lunes. Hay informes que sostienen que el gobierno sirio planea llevar a cabo una inminente invasión terrestre a Guta Oriental, que alberga a 400.000 personas y es la última área cercana a la capital controlada por los rebeldes. Un médico en Guta Oriental declaró: “Estamos ante la masacre del siglo XXI… No es una guerra. Esto se llama masacre”.