Jerusalén– El ejército israelí intensificó el miércoles su ofensiva en la zona de Gaza gobernada por Hamas, atacando objetivos del grupo rebelde y matando al menos a 14 personas en el segundo día de una operación destinada a sofocar el fuego de cohetes contra Israel.
La ofensiva ha traído los combates más duros entre Israel y el grupo islamista Hamas desde su batalla de ocho días en noviembre de 2012.
Los milicianos dispararon salvas de cohetes que se internaron más de lo habitual en terreno israelí, mientras que Tel Aviv movilizó a miles de tropas en la frontera de Gaza para una posible invasión por tierra en territorio palestino.
El ministro israelí de Defensa advirtió de que la ofensiva podría ser a largo plazo.
Los ataques desde aire y mar siguen a los más de 160 cohetes milicianos disparados contra Israel, incluyendo uno que alcanzó por primera vez la ciudad norteña de Hadera. La ciudad se encuentra a unos 100 kilómetros de Gaza.
El ejército dijo haber atacado más de 160 objetivos en Gaza el miércoles por la mañana, incluyendo 118 puntos de lanzamiento de cohetes, seis complejos de Hamas -incluyendo de la policía naval y seguridad nacional- 10 centro de mando milicianos, instalaciones de almacenaje de armas y 10 túneles empleados para actividad miliciana y para transportar suministros desde Egipto. La frontera entre Gaza y Egipto lleva meses cerrada en la práctica.
Los ataques aéreos del miércoles mataron a un miliciano en el sur de Gaza, indicó el trabajador de sanidad en Gaza Ashraf Al-Kedra, así como a una mujer de 80 años, al hijo, esposa y vecino de un miliciano de Hamas y a otras tres personas de las que no se conocían más detalles.
El ejército israelí dijo haber atacado a un miliciano del grupo armado Yihad Islámica, que ha lanzado cohetes hacia Israel. Por su parte, Yihad Islámica afirmó que uno de sus miembros había muerto junto con su madre y cuatro hermanos, pero Al-Kedra dijo que eran todos civiles.
La tensión en la zona subió tras el secuestro de tres adolescentes israelíes en Cisjordania el 12 de junio. Israel acusó a Hamas de los secuestros, aunque no presentó pruebas.
Tel Aviv lanzó entonces una operación contra miembros de Hamas en Cisjordania y arrestó a cientos de personas. Hamas, que controla Gaza, respondió redoblando el fuego de cohetes.
La situación empeoró la semana pasada tras el hallazgo de los cuerpos sin vida de los tres jóvenes, y con el secuestro un día más tarde de un adolescente palestino en Jerusalén, que fue encontrado más tarde quemado vivo en lo que los palestinos creen fue un asesinato de venganza. Seis judíos israelíes fueron detenidos por el asesinato.
Sólo cuatro cohetes salieron de Gaza durante la noche, indicó el ejército israelí, un declive significativo tras los muchos proyectiles que cayeron en ciudades israelíes la noche anterior, haciendo sonar las sirenas en Jerusalén, Tel Aviv y otras zonas del país.
El miércoles por la mañana sonaron las sirenas en Tel Aviv y el sur de Israel, y el ejército dijo que al parecer dos cohetes habían sido interceptados sobre la ciudad del centro del país por una batería antiaérea.
El objetivo del ejército, señaló el portavoz militar Peter Lerner, es causar un “daño sustancioso” a Hamas y menguar su capacidad de misiles. El ejército subirá de forma gradual sus ataques sobre Gaza.