Houston— Los médicos se sentían optimistas respecto a las probabilidades de sobrevivir de unas mellizas de 10 meses que fueron sometidas a una cirugía para separarlas.
La operación para separar a las menores, Knatalyne Hope Mata y Adeline Faith, quienes compartían la pared torácica, los pulmones, una parte de revestimiento del corazón, diafragma, hígado, colon, intestinos y zona pélvica, tuvo 26 horas de duración, de acuerdo con el jefe de cirujanos, el doctor Darrell Cass.
La cirugía, la cual se efectuó en Houston en el Hospital Infantil de Texas, se había planeado desde antes que las mellizas nacieran en abril.
“No se trató de una cirugía sin desafíos, pues las niñas compartían varios aparatos de órganos, pero estamos muy complacidos por la forma en la cual están respondiendo”, dijo Cass al Houston Chronicle (http://bit.ly/1DdS5C3 ). “Nos sentimos muy optimistas y creemos que las dos pueden tener resultados muy buenos”.
Las menores se encontraban graves pero estables, tendrán respiración asistida durante la próxima semana y se espera que permanezcan dos meses en terapia intensiva, para luego ser operadas una vez más.
Cass señaló que como a las cinco horas de iniciada la intervención, la presión arterial de Adeline descendió al punto en que el equipo de la cirugía tuvo que bombearle manualmente el corazón a fin de resucitarla. La bebé se recuperó después de entre cinco y ocho minutos.
“En ese momento pareció una eternidad”, dijo Cass.
En el equipo de cirugía había ocho enfermeras, seis anestesiólogos y 12 cirujanos.
El año pasado la madre de las mellizas, Elysse Mata, y su esposo, John, se mudaron de Lubbock a Houston con el propósito de estar cerca de sus hijas. Elysse Mata dijo que ambos estaban “muy agradecidos con todos los cirujanos y todos los que cuidaron a sus hijas y les dieron la increíble oportunidad de vivir vidas separadas”.
“Sabemos cuánta planeación y tiempo se dedicaron a esta operación y nos sentimos muy bendecidos por hallarnos en un lugar como el Hospital Infantil de Texas donde tenemos acceso a los cirujanos y a los prestadores de servicios que volvieron realidad este sueño”, dijo la madre en el comunicado que emitió el hospital.
La pareja tiene asimismo un hijo de cinco años.
Se descubrió que las niñas estaban unidas durante un ultrasonido de rutina realizado en enero del 2014. Cada una pesó tres libras y siete onzas (1.55 kilogramos) al nacer, habiendo permanecido desde entonces en la unidad de terapia intensiva neonatal y subido más de 20 libras (nueve kilogramos) de peso.
“Ver cómo sacaban como pacientes separados a las niñas de la sala de operaciones, en camillas separadas, las ramificaciones para que vivan vidas privadas, fue algo aun más enternecedor y fuerte de lo que esperé”, dijo Cass, uno de los directores del Centro Fetal adscrito al Hospital Infantil y profesor de cirugía, pediatría y obstetricia y ginecología en la Facultad de Medicina de Baylor. “Literalmente hizo que los ojos se me llenaran de lágrimas”.