Washington – En un fuerte ataque contra las comunidades de inmigrantes en Estados Unidos, el gobierno encabezado por el presidente Donald Trump anunció que pondrá fin a la protección temporal otorgada a 250.000 inmigrantes salvadoreños que viven en Estados Unidos al menos desde 2001. La protección temporal, conocida como estatus de protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés), otorga a los salvadoreños permiso legal para vivir y trabajar en Estados Unidos y fue aprobada en 2001, después de que dos devastadores terremotos azotaran a El Salvador.
El anuncio provocó protestas inmediatas frente a la Casa Blanca y una conferencia de prensa en la ciudad de Nueva York. Urania Reyes, una beneficiaria salvadoreña del estatus de protección temporal, habló en la ciudad de Nueva York.
Urania Reyes expresó: “Le rogamos a nuestro presidente Trump y al público, queremos que nos levantemos pidiendo nuestra legalización permanente, no temporal. Ya tenemos más de 20 años [aquí] y luego no nos dan ninguna legalización. Creo que somos personas honorables, elegibles, sacamos el trabajo que otras personas no quieren hacer. Ganamos muy poco. De ahí pagamos renta, impuestos, el colegio de los niños (bueno, de mis hijos, que tengo tres y están yendo a la escuela), y el día de hoy estoy muy triste porque nos quieren quitar el TPS”.
Los salvadoreños ahora tendrán un plazo de 18 meses para abandonar Estados Unidos o hallar una forma legal de permanecer en el país. La decisión afectará a alrededor de 200.000 hijos de padres salvadoreños beneficiarios del TPS. Estos niños son ciudadanos estadounidenses.
El lunes, muchos defensores de los derechos de los inmigrantes expresaron preocupación por el hecho de que Estados Unidos quiera deportar a salvadoreños a un país afectado por la violencia y la pobreza, que se han visto exacerbadas por décadas de intervención militar y económica de Estados Unidos tanto en El Salvador como en el resto de Centroamérica. La activista comunitaria Sara Ramírez habló el lunes durante una protesta frente a la Casa Blanca.
Sara Ramírez dijo: “Jamás vi nunca un muro físico para la migración, porque lo que origina que nosotros vengamos a nuestro país no es porque nos dé gusto o porque queramos, sino porque nos obliga la misma situación provocada históricamente, no por nosotros”.
El año pasado, el gobierno de Trump anunció que también pondría fin al estatus de protección temporal de decenas de miles de inmigrantes haitianos, nicaragüenses y sudaneses que viven en Estados Unidos.