A medida que pasa el tiempo, experimentar dolor en las articulaciones se convierte en un proceso común. Esto no sorprende en vista del desgaste que se produce con la edad.

Y si bien algunos pudieran atribuir esa penosa experiencia a la artritis, lo cierto es que existen otras condiciones que pudieran llevarte a experimentar dolor.

A medida que pasa el tiempo, experimentar dolor en las articulaciones se convierte en un proceso común. Esto no sorprende en vista del desgaste que se produce con la edad.

Y si bien algunos pudieran atribuir esa penosa experiencia a la artritis, lo cierto es que existen otras condiciones que pudieran llevarte a experimentar dolor.

“Hay algunas causas que son de origen viral, como ocurre con el zika, el dengue, el chikungunya y el flu o la monga”, menciona la reumatóloga Anaida Nadal Torres, quien de paso enumera que al hablar de articulaciones nos referimos a “las extremidades que articulan con otros huesos, como las manos, las muñecas, los codos, los tobillos, los hombros, las caderas, las rodillas, los pies y los tobillos”.

Dentro del amplio grupo de la artritis, se incluyen la reumatoidea, la gota, la que ocurre por la enfermedad de lupus eritematoso sistémico, la psoriásica y la osteoartritis, que es la forma más común de artritis.

También, hay enfermedades de trasmisión sexual “que pueden provocar dolor en las articulaciones, como la gonorrea y la clamidia, que pudieran provocar infección en las articulaciones. También, la enfermedad de Lyme (provocada por garrapatas portadoras de la bacteria Borrelia burgdorferi) y la hepatitis B”.

La doctora aclara que dolor en las articulaciones no es sinónimo de inflamación, como ocurre con la fibromialgia.

Las articulaciones que más se ven afectadas a lo largo del tiempo son las manos y las muñecas “por movimiento repetitivo”. También, las rodillas, ya sea por aumento de peso, por el uso de tacones, o ciertas prácticas deportivas.

“Cabe destacar que por cada 11 libras que la persona aumenta sobre su peso ideal, existe un 36% de riesgo de desarrollar artritis de la rodilla u osteoartritis”, advierte la doctora.

Además, aborda lo incorrecto de recurrir a la automedicación en el intento por atender el dolor. “Esa práctica puede dañar sus riñones, se puede afectar el hígado, muchos antinflamatorios pueden provocar gastritis. Muchas de las personas con osteoartritis son mayores y les puede subir la presión arterial con los antinflamatorios. Lo correcto es que cuando el dolor en la articulación va acompañado de hinchazón, y cuando ese dolor persiste más de 6 a 8 semanas, que estamos hablando de un dolor crónico, visite al médico”.

A nivel preventivo, Nadal Torres destaca que “lo más importante es mantener el peso ideal. También, hacer ejercicios de fortalecimiento y de estiramiento, como nadar, caminar y correr bicicleta, porque hay que fortalecer los músculos que están en las articulaciones. Y tener una dieta balanceada”.