El domingo, Corea del Norte llevó a cabo su prueba nuclear más potente hasta ahora, pocos días después de que Estados Unidos y Corea del Sur terminaran sus ejercicios militares conjuntos masivos en la península coreana. Corea del Norte se opone desde hace tiempo a estos ejercicios anuales, que involucran decenas de miles de tropas. Corea del Norte afirma haber probado una bomba de hidrógeno, aunque expertos han discutido esta declaración.

El lunes, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunió para tratar el tema de la prueba. La embajadora estadounidense, Nikki Haley, acusó a Corea del Norte de estar “suplicando que haya una guerra”. El presidente Donald Trump tuiteó que “Estados Unidos está considerando, además de otras opciones, detener el comercio con cualquier país que haga negocios con Corea del Norte”. Los expertos sostienen que esta propuesta es casi imposible, ya que el cese del comercio con China, Brasil, Alemania, México y otros países sería una catástrofe económica para Estados Unidos.

Trump también criticó, vía Twitter, a Corea del Sur por estar abierta a iniciar conversaciones de paz con Corea del Norte: “Corea del Sur se está dando cuenta, como les he dicho, de que su diálogo apaciguador con Corea del Norte no funcionará. ¡Sólo entienden una cosa!”. Trump también se está preparando para retirarse de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Corea del Sur.