Ciudad de México.- La guatemalteca Marllory Dadiana Chacón Rossell, identificada como “La Reina del Sur” y condenada a 10 años de prisión en Estados Unidos en 2015 por operar una red regional de contrabando de drogas y lavado de dólares para el “Cártel de Sinaloa”, compró en 2009 una sociedad anónima en Panamá a Mossack Fonseca, uno de los cinco más grandes despachos de abogados para el registro internacional de sociedades “offshore” en paraísos fiscales.
Chacón presidió la firma Brodway Commerce Inc. La revelación fue difundida este lunes por medios de prensa de Guatemala como parte de una profunda investigación de varios meses sobre el grupo, dirigida por el rotativo alemán “Süddeutsche Zeitung” y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Mossack Fonseca es una de las más importantes empresas globales proveedoras de servicios contables y fiduciarios.
La compañía, que alega ejercer un trabajo legal y profesional, quedó en medio de un escándalo internacional como uno de los cinco más grandes despachos de abogados que se dedican al registro de sociedades “offshore” en Panamá y otros países que están entre los principales paraísos fiscales.
Los documentos mostraron que cuando Mossack le vendió la sociedad, Chacón todavía no era señalada por EU como parte de la cadena de narcotráfico del “Cártel de Sinaloa”. Sin embargo, dos de los socios de la guatemalteca arrastraban un historial criminal.
Uno de sus aliados era el panameño José de la Rosa Nazas Villarreal, quien había admitido su culpa en enviar droga de Panamá a Miami, Florida, a finales de la década de 1990. El otro fue José María Arbesto Bustos Morón, empresario argentino, quien hace más de siete años era procesado en Guatemala por intermediación financiera, estafa, apropiación y retención indebida.
Según los documentos, Francisco Palomo Tejeda era el abogado de la empresa, un guatemalteco con un amplio historial político, asesinado en 2015 por sicarios y defensor del ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt por genocidio y crímenes de guerra y del ex presidente Alfonso Portillo. La mujer quedó presa en EU en 2014, fue acusada y sentenciada por operar una red de narcotráfico para el “Cártel de Sinaloa”.