La cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco despertó el recelo de los empresarios que habían tenido con el presidente electo un diálogo constante desde su victoria en julio.
Bloomberg Por Eric Martin@ElFinanciero_Mx
Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México Fuente: Bloomberg
¿Se acabó la luna de miel entre Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, y los inversionistas en México? Ésta la pregunta que ronda el país a 33 días de que el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México asuma la Presidencia y después de anunciar la cancelación del proyecto del aeropuerto en Texcoco.
Su decisión de descartar el proyecto aeroportuario de 13 mil millones de dólares cuando asuma el cargo el próximo 1 de diciembre hizo que los mercados cayeran en picada.
En su lugar, se construirán dos pistas en la Base Militar de Santa Lucía, proceso que será acompañado por el reacondicionamiento del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el de Toluca.
El peso se depreció 3.5 por ciento para llegar a 20 por dólar, el mercado de acciones perdió más de 17 mil millones de dólares en valor y JPMorgan recortó su proyección de crecimiento económico para 2019, señalando que es probable que ahora el Banco de México (Banxico) tenga que elevar las tasas de interés para reducir la fuga de capitales.
No es que a los inversionistas les encantara el proyecto del aeropuerto, estaba lejos de ser perfecto. Sin embargo, el problema es que exigir su finalización –solo un día después de que la consulta indicara que la mayoría de los mexicanos no estaba de acuerdo con el proyecto– envió un mensaje más amplio a los inversionistas: los contratos existentes pueden cancelarse en cualquier momento.
Hoy es la construcción del aeropuerto y mañana, quizás, los contratos de petróleo, y los de minería al día siguiente. Para una comunidad de inversionistas que siempre fue recelosa de López Obrador, éste es un mensaje desconcertante.
La consulta ciudadana “envía un mensaje grave de incertidumbre a los mercados internacionales, a los inversionistas y a todos los ciudadanos al incumplir compromisos del Estado mexicano”, aseguró el lunes en una conferencia de prensa el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, cuyo apretón de mano con López Obrador en julio ayudó a calmar los mercados.
Si bien el presidente electo hizo de la cancelación del aeropuerto una de sus promesas de campaña, los activos mexicanos subieron luego de su elección cuando se reunió con empresarios y prometió una transición ordenada.
La calma se acabó con la decisión del lunes, que hizo que la moneda, las acciones y los bonos del país registraran sus peores liquidaciones desde que la elección de Donald Trump en 2016 hiciera surgir ‘el fantasma’ de que México se vería obligado a pagar un muro fronterizo y a enfrentar el fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Eurasia Group señaló que el resultado muestra que la influencia de asesores más favorables al mercado, como el futuro jefe de gabinete Alfonso Romo, quien había sido el principal enviado del próximo presidente para atraer a los inversionistas, será limitada.
López Obrador afirmó que la decisión sobre el proyecto de infraestructura más importante en décadas fue tomada por los mexicanos, pero la votación, organizada y administrada por su partido Morena, contó con la participación de un millón 70 mil votantes, en comparación con los más de 45 millones de las elecciones presidenciales de julio.
La consulta estuvo plagada de acusaciones de votos múltiples, y videos en las redes sociales mostraban a personas, incluidos aparentes voluntarios en las mesas de votación, que sufragaban varias veces.
El proceso también se vio empañado por la percepción de que el propio López Obrador favorecía la alternativa que él mismo propuso, la conversión de una Base Militar en Santa Lucía, y que la pregunta de la consulta estaba diseñada para inclinar la balanza hacia ese resultado, según Eurasia Group.
Esa opción fue elegida por el 69.9 por ciento de los participantes. Si bien López Obrador dice que su plan es más barato que el proyecto actual en la ciudad de Texcoco, que cuenta con un terminal diseñado por Norman Foster, los costos de cancelación podrían eliminar los posibles ahorros, advierten analistas.
El lunes, López Obrador dobló su apuesta relacionada con el proceso de la consulta y dijo que apoya el cambio de la constitución para que sea más fácil su organización.
La decisión de López Obrador de cancelar el aeropuerto recuerda al presidente Trump, ya que muestra un compromiso de cumplir las promesas de la campaña sin importar las consecuencias y la protesta pública o empresarial, dijo Duncan Wood, director del Instituto México en el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson, en Washington.
“Establece un terrible precedente sobre cómo va a gobernar y la relación con los mercados internacionales”, señaló Wood sobre la consulta que se llevó a cabo durante cuatro días.
“Si realmente se quiere poner a prueba la voluntad de la gente, debe hacerse de una manera totalmente legítima”.