033016robertnodalRelación Cuba-EEUU: Un Contundente Jarro de Agua Fria

Roberto A. Nodal

Ha pasado casi una semana desde la histórica visita del presidente Obama a Cuba, durante la cual no se oyó ni una palabra de parte de Fidel Castro; hasta solo dos o tres dias atrás, cuando finalmente éste ha roto su silencio. Y lo ha hecho, en un articulo en el diario oficial “Granma,” para criticar severamente la visita, y para dejar claro de que el acercamiento a Estados Unidos no tiene su incondicional visto bueno.   “No necesitamos que el imperio nos regale nada,” ha sido su aspera pero predecible reacción, echando mano a su tradicional lenguaje.    A esto la prensa cubana ha recordado de que, a pesar de las nuevas relaciones, el tradicional enemigo aún no es de confiar.  Palabras fuertes, incongruentes y poco diplómaticas, considerando la presencia de una nueva embajada norteamericana en La Habana y la cordial acogida a Obama.

Esto también patentiza la intrasigencia por parte de Fidel Castro y los que piensan como él dentro de las filas del gobierno; de dejar atrás el pasado y a la vez de la necesidad de tratar esto de la nueva relación con mucha cautela.  En su articulo igualmente Fidel ha dejado bien claro de que no habrá cambios en Cuba, y de que la revolución seguirá su curso (al menos mientras que él, Fidel, continue vigente).  Hay tan solo que recordar asimismo que por mucho tiempo Estados Unidos ha sido para Cuba una especie de conveniente chivo expiatorio al que culpar por los fallos de la política del propio regimen.   Pero también es cierto y hay que reconocer de que la relación entre los dos paises ha sido en muchos aspectos difícil, complicada y turbuleta aún desde el mismo momento en que Cuba recibió la independencia de España.

Es de esperar de que, a pesar de tropezones, el proceso de normalización siga hacia adelante.  De “irreversible” es como lo ha caracterizado el Departamento de Estado; eso dependiendo, claro, de los resultados de las elecciones de noviembre, y de como se vaya desenvolviendo la trama, considerando la resistencia de Fidel Castro y, como señalamos antes, de parte de la cupula gobernante cubana, los cuales siguen viendo la visita y las nuevas relaciones y unas mayores aperturas con cierto recelo y desconfianza así como lo que consideran como los posibles ulteriores motivos del presidente y el gobierno norteamericanos.

Con el reciente articulo, Fidel Castro también parece haber enviando un mensaje a las filas internas previo a la próxima celebración, en abril, del Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC), y en el cual se debe definir el rumbo y la política a seguir para la próxima decada.   Y por igual un mensaje al pueblo cubano para recordarles de que a pesar de su retiro, él (Fidel) todavía sigue ejerciendo considerable influencia y que hay que contar con él y que a la vez, y a pesar de las nuevas relaciones, se debe mantener una retórica dura aunque Raúl haya dado a entender de que el apoyo a la normalización es la nueva política oficial cubana.  Todo lo cual nos hace reflexionar sobre quien es el que de verdad está en control.

Sin duda las palabras de Obama; de olvidar el pasado, de empezar una nueva relación, y de apoyo a la democracia, la libre expresión de ideas, el uso mas extendido del Internet, respeto a los derechos humanos, etc. son cosas de las que Fidel Castro no quiere oir y sobre las que –y no sorpresivamente así—acaba de echar un contundente jarro de agua fria.