En Yemen, la coalición encabezada por Arabia Saudí y respaldada por Estados Unidos declaró el martes que había derribado un misil disparado por los rebeldes y dirigido al corazón del reino saudí.
Un video publicado por milicianos hutíes muestra el lanzamiento del misil balístico de corto alcance, que según los rebeldes iba dirigido al palacio real en Riad.
Los funcionarios saudíes inmediatamente culparon a Irán de haber suministrado el misil, una acusación que fue negada tanto por Teherán como por los rebeldes hutíes.
Las crecientes tensiones se producen al tiempo que el alto comisionado de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas declaró que los ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudí han matado a por lo menos 136 civiles y no combatientes solamente en las últimas dos semanas, incluidos siete ataques aéreos contra una cárcel, que causaron la muerte de 45 personas; y el asalto a una granja, que dejó un saldo de 14 niños y seis adultos muertos.