“Eso fue como contratar al francotirador más caro y quitarle el rifle”.

Lisa Donahue y Alix Partners vinieron a la Isla a reestructurar la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), pero fueron “las mafias políticas” las que constituyeron la peor piedra de tranque para que no terminara su cometido, a juicio de Juan Rosario, exrepresentante del interés público en la Junta de Directores de la corporación pública.

Hoy Donahue deja efectivamente su cargo como Oficial Principal de Reestructuración de la AEE, con llamados a analizar sus contratos (que se estiman en casi $45 millones desde que inició funciones en 2014) y reclamos que no se logró nada durante este tiempo. Rosario no lo ve así.

“Donahue no vino a bajar la factura; es una oficial de reestructuración cuya función era que la Autoridad rehiciera la manera de hacer negocios y acuerdos para que pudiera mantenerse viable y pudiera ser más eficiente. Ella sí hizo unas cosas que produjeron unos ahorros en la AEE”, insistió Rosario.

Entre los logros que mencionó figuran reducciones en el costo de operación y bajar el principal de la deuda (unos $9,600 millones) en un 15%, aunque en realidad apuntaban a un 30%. También extendió la moratoria para extender el pago al principal por cinco años.

“Los ahorros fácilmente superaron lo que costó contratarla. ¿Eso fue suficiente? No”, concedió. “Creo que Donahue hizo lo que pudo hacer. Desde el momento en que perdimos toda capacidad de presionar realmente por arreglos mejores dije que seguir contratando a Donahue era como contratar al francotirador más caro del planeta y quitarle el rifle. ¿De qué nos sirve una súper negociadora si no tiene poder para negociar? No sirve de nada”, estimó.

“Se debió haber ido mucho antes”

Para el ex presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier), Ricardo Santos, el interinato de Donahue no trajo más que problemas a la AEE y sus planes de reestructuración solo sirvieron para beneficiar a los bonistas.

El sindicalista procedió a enumerar una lista de lo que llamó “fracasos” de la gestión de la oficial de reestructuración: la renovación de la flota de vehículos (200 fueron sacados de circulación por problemas con las canastas aéreas), la revisión de los temas de salud y seguridad de los empleados (denunciando que muchos llevan meses esperando equipos y que la AEE lidera en casos de lesiones y enfermedades ocupacionales), el cambio de cultura laboral (“los empleados y gerenciales están más desmoralizados que nunca”), o la despolitización de la Junta de Gobierno de la corporación pública.

“Antes, primero se pagaban los gastos de producción y el retiro, y luego a los bonistas. Donahue vino y lo invirtió… hizo un negocio redondo para los bonistas en prejuicio del pueblo”.