CIUDAD DE MÉXICO  — Según la AP, sin discrepancias, con disposición para analizar dos de las principales propuestas de México -importar vacunas desde Estados Unidos y diseñar un plan de visas temporales de trabajo- y con el compromiso del vecino del norte de invertir 4.000 millones de dólares para el desarrollo de Centroamérica y el sur mexicano.

Así resumió el martes el presidente Andrés Manuel López Obrador el encuentro virtual que mantuvo la víspera con su homólogo estadounidense Joe Biden en el que trataron casi todos los temas de la relación bilateral. Y aunque no se cerraron acuerdos, según el mexicano la cita dejó las puertas abiertas para seguir dialogando en los temas prioritarios.

“Fue un encuentro amistoso, respetuoso y con mucho énfasis en la cooperación para el desarrollo. No hubo ninguna discrepancia, así lo digo, de manera categórica, ni una sola”, aseguró.

Antes de la cita, se suscitaron interrogantes sobre cómo sería la relación entre ambos mandatarios dado que el mexicano había mantenido unos vínculos sorprendentemente cordiales con el expresidente Donald Trump, pero López Obrador subrayó el martes que la hora y cuarto de conversación estuvo marcada por el respeto, la sintonía e incluso las risas.

Sobre el tema de las vacunas contra COVID-19, López Obrador dijo que “los equipos de los dos países van a explorar todas las posibilidades de cooperación” para ver “qué es posible y cuándo”. Garantizó que hubo “muy buena disposición” por parte de Biden y que no está cerrada la posibilidad de que México tenga vacunas de Estados Unidos aunque reconoció que es posible que tenga que cumplir primero sus compromisos de inmunizar a gran parte de su población.

“No puedo decir que se logró ya el acuerdo, tampoco que no hubo acuerdo, nos fue bien, es lo que puedo decir”, señaló el mandatario mexicano.

La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, aclaró el martes que durante la reunión con López Obrador Biden “no se comprometió a nada, ni habló de un calendario”. “Su prioridad es asegurar que los estadounidenses sean vacunados”, insistió. “Y claro, cuando lleguemos al punto de haber vacunado a la mayoría de estadounidenses por supuesto que queremos que la comunidad global se inmunice, eso nos hace a todos estar más seguros”.

Sobre migración, otro de los temas centrales de la conversación, López Obrador propuso hacer un análisis de cuántos trabajadores requiere la economía estadounidense y, en general, las de los tres países norteamericanos y a partir de allí diseñar un plan de visas de temporales de trabajo para que mexicanos y centroamericanos puedan emigrar legalmente. “Y se va a analizar”, aseguró.

México tiene como referencia un programa similar que se hizo tras la Segunda Guerra Mundial llamado “Bracero” que ahora no sólo sería para trabajadores del campo sino para todo tipo de sectores y podría dar visas de trabajo temporales a entre 600.000 y 800.000 trabajadores al año.

Por otra parte, López Obrador indicó que Biden propuso destinar 4.000 millones de dólares al desarrollo de Centroamérica y el sur de México y celebró su iniciativa de regularizar la situación de aproximadamente 11 millones de personas que viven en Estados Unidos de manera ilegal. “Reconocimos que es un acierto que haya tomado esta decisión”, dijo.

A pesar del ambiente de camaradería, no faltaron los temas más espinosos, como el energético.

Durante su presidencia, López Obrador ha tratado de fortalecer a las paraestatales energéticas Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad, y le ha dado prioridad a las compañías que consumen combustibles fósiles en una época en que la comunidad internacional lucha por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

López Obrador dijo que explicó a Biden que promueve una reforma de la industria eléctrica en ese sentido con el fin de luchar contra corrupción y garantizar la autosuficiencia energética. Cuando la prensa le preguntó cuál fue la respuesta del estadounidense, sólo contestó: “Me escuchó”.

Biden le invitó a participar en un foro sobre cambio climático en abril, una cita en la que México estará presente, dijo López Obrador, aunque la delegación mexicana podría estar representada por el canciller Marcelo Ebrard.

Por su parte, el mexicano también invitó a Biden a México para que vea algunos de sus grandes proyectos de infraestructura en el sur del país.

Las discrepancias en el tema energético y en cualquier otro asunto de índole económica y comercial parece que podrían canalizarse a través del tratado de libre comercio, el T-MEC, ya que López Obrador dijo que se acordó crear un “grupo del más alto nivel para atender todo lo relacionado con el tratado con el propósito de agilizar trámites, evitar obstáculos, resolver conflictos”.

El presidente mexicano no hizo comentarios sobre si abordaron cuestiones de seguridad y lucha contra el narcotráfico, un área vital en la cooperación bilateral nunca exenta de tensiones. Una de las últimas es la ley aprobada por México a finales del año pasado que aplica restricciones a las actividades de los agentes estadounidenses en territorio mexicano y les retira su inmunidad diplomática.