Las cortes de apelaciones de los Estados Unidos siguen validando el matrimonio gay y cuando le toque decidir al Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito de Boston –si es que le toca- no hay dudas de que el caso que verá es el de Puerto Rico.

Los estados que cubre el Primer Circuito, según el abogado de Nueva York Omar González Pagán -del bufete Lamdda Legal- todos permiten las bodas entre las parejas del mismo sexo, por lo tanto,  no hay expectativa de controversia en ninguna de esas jurisdicciones.

Aquí sí.

El Tribunal federal de distrito de Puerto Rico está considerando ahora mismo la demanda de cinco parejas gays que impugnan la negativa del Gobierno de la Isla de reconocer este tipo de matrimonio.

Si el Tribunal federal de San Juan les fallara en contra, el caso llegaría a Boston, donde se anticipa que la demanda sería vista con buenos ojos.

El Primer Circuito fue el que declaró inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA), que definía el matrimonio como la unión entre un hombre una mujer.

Un fallo adverso de Boston se ve, de otra parte, como casi imposible porque tendría el efecto de revertir miles de uniones matrimoniales en los estados que esa corte cobija.

El Tribunal Supremo de los Estados Unidos rechazó este lunes revisar las decisiones a favor del matrimonio gay de cortes de menor jerarquía de los estados de Virginia, Utah, Oklahoma, Indiana y Wisconsin.

La Corte no entró en los méritos del caso y en lo que compete a Puerto Rico, no  hay ninguna jurisprudencia que nos aplique.

“El argumento del Gobierno de la Isla de esperar a ver qué pasaba en el Supremo ya es una mesa sin patas; ya no tiene ningún fundamento porque ya no hay un caso ante el Supremo federal”, dijo ayer González Pagán, quien le hizo un llamado a  la administración de Alejandro García Padilla a que “rectifique” su postura  en contra de las bodas entre los homosexuales.

“No hay razón alguna para que Puerto Rico se quede atrás”, dijo el letrado.

El Gobierno de Puerto Rico –que ha exhibido un comportamiento liberal en otras instancias de derecho igualitario para los gays- le está pidiendo al Tribunal federal de Puerto Rico que desestime la demanda de cinco parejas boricuas.

Una de las demandantes en ese caso, la licenciada Ada Conde, celebraba  ayer “el mensaje” del Supremo.

Conde dijo  que la determinación de la Corte Suprema “es positiva” para comunidad gay de la Isla porque invita a que las cortes de menor jerarquía no dilaten más la consideración de los casos que tienen ante sí por deferencia a una decisión del máximo foro federal.

La decisión de la corte de distrito federal de San Juan, dijo que  debe bajar tan pronto como en diciembre.

Conde explicó que el gobierno de Alejandro García Padilla insiste en que la política pública del Estado Libre Asociado es la del Código Penal de 1930, que consignó que el matrimonio es entre hombres y mujeres.

Ella , y los demás demandantes, sostienen  que la Constitución del ELA dice otra cosa; que esta reescribió el Código Penal en 1952 cuando prohibió el discrimen por razón de sexo.

“El Tribunal Supremo de Estados Unidos mandó un mensaje bien importante. Permitió la vigencia de las decisiones que se habían tomado en otros estados en contra de prohibir el matrimonio entre parejas del mismo sexo”, dijo el líder de Puerto Rico para tod@s, Pedro Julio Serrano.

“Esto alienta a otras jurisdicciones que están viendo casos similares a hacer lo mismo”, sostuvo.

Serrano le solicitó ayer al Gobierno de Puerto Rico “que deje de gastar fondos públicos en defender lo indefendible”.

“Es cuestión de tiempo que la igualdad sea una realidad en la Isla”, sentenció.

El abogado de Lambda Legal insistió en que la administración de García Padilla  emule a los gobiernos de Colorado, Misuri y West Virginia que ya dijeron que no van a defender las prohibiciones estatales las bodas gay.

“Puerto Rico ahora no tiene razón alguna para quedarse en la minoría”, dijo González Pagán.

Ayer, la Corte del 9no. Circuito de Apelaciones resolvió a favor del matrimonio igualitario en Nevada e Idaho.

En su decisión, la corte afirmó que las leyes de ambos estados, prohibiendo el matrimonio homosexual, violaban la cláusula de Igual Protección de la Constitución de Estados Unidos.

Esta determinación debe allanar el camino para el matrimonio gay en Montana, Arizona y Alaska, que tienen leyes contrarias a este tipo de uniones.

Se estima que ya el 60% de la población americana vive en jurisdicciones con matrimonio igualitario.