031615-puerto-rico-pix-2No sorprende a Justicia contra El Manco

César Miranda dice que “estaba en sus cabales la noche de los hechos”.

A una semana de la presentación de la acusación criminal por el asesinato del niño Lorenzo González Cacho contra Luis Gustavo Rivera Seijo, el secretario del Departamento de Justicia, César Miranda, dijo que no le sorprenden los cuestionamientos ciudadanos sobre la iniciativa de la Fiscalía en el controvertido caso.

El licenciado Miranda argumentó que muchas personas ya tenían opiniones formadas de lo que supuestamente ocurrió la noche de los hechos, por lo que, al momento, “no podemos hacer nada” ante las reacciones que ponen en entredicho la acusación contra Rivera Seijo, apodado El Manco.

“La gente había adjudicado. Esto es cambiarle su panorama, los muñequitos. Mucha gente no lo ha aceptado. Con eso no podemos hacer nada”, expresó Miranda en un aparte con este medio.

El funcionario aceptó que el caso no fue manejado de la mejor forma por las autoridades cuando ocurrieron los hechos, el 9 de marzo de 2010, en la residencia de la madre del menor, Ana Cacho, en la urbanización Dorado del Mar.

“Mi impresión es que el caso en su origen tomó un giro donde yo diría que la propia oficialidad fue creando la impresión de que allí habían ocurrido una serie de eventos y usan palabras que yo no uso porque me parecen ofensivas, y el pueblo fue adoptando esa filosofía, creando sus teorías”, argumentó Miranda.

Destacó que públicamente se expusieron siete teorías diferentes y que, una vez llegó a dirigir el Departamento de Justicia, se evaluó cada una de esas teorías, que involucraban a varias personas en el asesinato del menor.

“Hicimos el análisis científico de la ubicación de todas esas personas esa noche, pero ninguno estaba en la residencia, excepto una persona, que admitió estar allí, que es la señora Cacho. Ella prestó una declaración jurada y es testigo del caso”, destacó poco después de participar en una conferencia de prensa.

Aseguró que fueron “muy cautelosos” al hacer el análisis científico para demostrar el caso que se encaminó la semana pasada con las acusaciones contra Rivera Seijo.

“Si le hubiésemos radicado (cargos) a Ana Cacho, todos hubiesen aplaudido, pero le hubiésemos radicado contra una persona sin tener la prueba y hubiese sido una injusticia para Puerto Rico”, señaló Miranda.

“No puede haber una acusación a petición. Tiene que ser una acusación justa y correcta. No tengo la más mínima duda de que cualquier otra cosa que se hubiese hecho hubiese sido la incorrecta”, subrayó.

Insistió en que, a pesar de que los abogados del acusado levantarán una defensa de no procesabilidad, “si no se ve el caso, no sabremos lo que pasó y por eso fui más allá de los límites y fui detallista al ofrecer la información que de ordinario no lo haría”.

Expresó que entienden que Rivera Seijo “es procesable”.

“Estaba en sus cabales la noche de los hechos”, sentenció Miranda.

Reafirmó que durante la investigación se entrevistaron a más de 120 personas y en la iniciativa participaron activamente 36 agentes en y fuera de Puerto Rico.

La vista preliminar contra Rivera Seijo está señalada para el 29 de marzo.

Según el Departamento de Justicia, Rivera Seijo entró a robar a la casa de Ana Cacho. Encontró una puerta abierta y penetró a la casa en la que pensó que no había nadie. Fue a la cocina, comió galletas y jugo. Subió al segundo piso y, al escuchar ruido, supo que la casa estaba ocupada. Bajó a prisa, pero confundió el pasillo y la puerta de salida, por lo que llegó a un cuarto donde dormía el niño Lorenzo y su hermanita menor, en la misma cama. Miranda dijo que El Manco determinó que el menor lo observó. Por eso, lo atacó con un cuchillo que había tomado de la cocina. Después huyó, pero dejó en la casa un teléfono celular y documentos de su excarcelación ese mismo día.

El Manco había sido acusado por tentativa de asesinato, pero por error de las autoridades carcelarias lo liberaron de un penal en Arecibo. Llego hasta Dorado porque en ese pueblo residía su madre, pero en lugar de dirigirse a la casa de la mujer, merodeó por la urbanización Dorado del Mar hasta penetrar a la propiedad de Ana Cacho y causar la muerte de su único hijo varón.

Después de la acusación contra El Mando, el rechazo de un sector ciudadano a la teoría validada ahora por el Departamento de Justicia, justo un día antes de cumplirse el sexto aniversario del crimen que consternó al país, se ha traducido en críticas diversas por redes sociales. Esas manifestaciones incluyen sátiras ciudadanas con fotomontajes o memes que Miranda admitió conocer.

Algunos memes cuestionan que un manco pudiera perpetrar el crimen y destacan que esa persona fue declarada en el pasado inimputable, ya que ha sido descrita como un paciente con condiciones mentales.