Distrito Federal— Discreto, alejado de la política y de la exposición mediática, Rafael Riva Palacio Pontones, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Infonavit (SNTI), ha logrado pactar para él y para su cúpula sindical hasta cuatro tipos de apoyos económicos adicionales al salario: bono anual, cuota equitativa mensual, bolsa compensatoria mensual y compensación variable.

En el caso del líder gremial, su sueldo base asciende a 75 mil 162 pesos, y una vez aplicados los descuentos se queda en 56 mil pesos netos. Pero si a esa cantidad se le suman los primeros tres ingresos extras, de los cuales él es beneficiario, su salario se eleva a 133 mil pesos al mes, el equivalente a la percepción mensual de unos 65 obreros que ganan el salario mínimo.

Esta percepción es muy cercana a la del presidente Enrique Peña Nieto, que es de 142 mil 117 pesos, de acuerdo con el Portal de Obligaciones de Transparencia. Hablamos de una diferencia de sólo nueve mil pesos al mes.

Este ingreso es tan elevado que si al líder sindical le interesara adquirir una vivienda por medio del crédito más alto que tiene el Infonavit —850 mil pesos—, sólo tardaría poco más de seis meses en saldarlo. Un trabajador que gane el salario mínimo, de 67.29 pesos, duraría más de 34 años en cubrirlo, aunque sería muy complicado que accediera a un crédito de ese tamaño.

El Convenio que regula las relaciones de apoyo y colaboración entre el Infonavit y el sindicato, obtenido vía la Ley de Transparencia, que se pacta aparte del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), permite conocer por primera vez los apoyos exclusivos para el secretario general, los integrantes del CEN y de las comisiones nacionales, los secretarios generales delegacionales y el Consejo de Representantes de las Oficinas de Apoyo (CROA).

El primero de los “sueldos extras” que recibe la cúpula sindical es el bono anual para funcionarios por servicios sindicales, con un pago de seis meses de salario neto.

El segundo apoyo se define como una “cuota equitativa mensual” que se les entrega “como reconocimiento a los servicios que prestan”. En 2013, esta cuota consistió en un apoyo de 28 mil 386 pesos.

El tercer “sueldo” consiste en una “bolsa compensatoria mensual” por servicios sindicales, que el año pasado fue de un millón 295 mil 700.

El cuarto y último ingreso, “compensación variable”, alcanzó un millón 693 mil pesos en 2013 y se repartió entre los secretarios generales “conforme al cumplimiento de sus metas”.