Así testificó Heidie Rosado Nieves exadministradora auxiliar de la Administraión de Desarrollo Laboral.

El gobierno organizó decenas de ferias de empleo alrededor del país, pero la agencia encargada de darle seguimiento a las personas en esa gestión tan importante, no cumplió.

Eso fue lo que declaró hoy durante la continuación del juicio contra cuatro coacusados, Heidie Rosado Nieves exadministradora auxiliar de la Administraión de Desarrollo Laboral (ADL) y encargada, entre otras cosas, de monitorear la asignación de fondos federales de la llamada Ley WIA (Work Enforcement Act).

Rosado Nieves apenas estuvo seis meses en el cargo y salió fulminantemente tras una discusión con la administradora y coacusada de corrupción gubernamental, Sally López.

“Me fui disgustada por lo que vi” en ADL, aseguró a preguntas del fiscal federa José Capó Iriarte.

Según narró la exadministradora auxiliar, las diferencias y problemas comenzaron acabadita de llegar a la agencia cuando al entrar a una feria de empleos celebrada en el Centro de Convenciones, el 6 de noviembre de 2013, notó que todavía faltaban dos mostradores por levantar, mientras los empleados estaban chachareando.

Al ver la situación le dio unas instrucciones a Anaudi Hernández, eje del esquema de corrupción que se ha ventilado en el juicio. Se dirigió a él porque el día anterior en una reunión en ADL, éste llevaba la voz cantante de lo que se realizaría.

Rosado Nieves le comentó el incidente a la encargada de prensa de ADL, (Anushka Orlandi), quien la sacudió al indicarle que simplemente Anaudi no recibía instrucciones.

“Era intocable”, dijo la testigo de cargo.

Con el pasar de los meses no le faltaron ejemplos de que el poder de Anaudi en ADL era real y amplio: las facturas de la empresa JM Professional, que era la compañía bajo la cual estaban contratados Anaudi y su socio Javier Muñiz, le llegaban a la testigo directamente de la mano de Kenneth Pérez, asistente de Sally López.

El trámite normal era que las facturas del resto de las empresas que daban servicio a la agencia, llegaban a través de su secretaria. Rosado Nieves debía revisarlas antes de autorizar los pagos.

En una ocasión, se negó a firmar una de esas facturas. Era precisamente de JM Professional. La mujer explicó que la empresa hizo una feria de empleo con un montaje básico, que son las Tipo III cuyo costo era $13,850. Pero la factura decía que el servicio provisto era el de una feria de empleo “Cadillac” o Tipo I, que son las más caras. Se le pedía que autorizara el pago por $45,000.

La testigo dijo que se negó porque ella estuvo presente en la feria y sabía que no iba acorde a lo que vio. Sally en ese momento le dijo que ella había acordado otros tipos de servicio con la empresa que no estaban en blanco y negro, y por eso debía firmar.

Dijo que les alertó que de esa forma se arriesgaban los fondos federales asignados, porque todos los servicios que se ofrecen tienen que estar detallados con precisión y no se podían acordar de palabra, como alegaba Sally que había hecho con JM Professional.

Otra de las empresas de Anaudi, Links Group, tenía contrato con ADL para brindar adiestramientos a empleados de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), pero era “muy difícil de auditar” porque tenía “lagunas y le faltaba información”.

Ese contrato también representaba un riesgo de perder fondos federales. Según narró, empleados que llevaban más tiempo en la agencia le dijeron que ella podía recomendar cancelar contratos si entendía que no le servían bien al propósito de ayudar a las personas a buscar empleos.

Fue entonces que Rosado Nieves le recomendó a Sally cancelar el contrato con Links Group. Sally la llamó a su oficina. Allí recibió un balde de agua fría: “me dijo que no tenía autoridad de cancelar o recomendar la cancelación”.  En ese momento decidió renunciar.

Además, reiteró a preguntas del fiscal que Links Group y JM Professional recibían “un trato de preferencial”.

“Las facturas se procesaban más rápido que las de otras compañías, por instrucciones de Sally López”, declaró.

Luego de esa sentencia el juez le dio tiempo a los abogados de Sally para prepararse de cara al contrainterrogatorio.

El juicio se reanuda en horas de la tarde.