En Francia, las autoridades continúan la demolición del campamento de refugiados de Calais, conocido como “La Jungla”, que albergaba miles de refugiados de Afganistán, Irak, Siria, Somalia, Eritrea, Sudán y otros países devastados por la guerra, quienes intentaban llegar a Inglaterra cruzando el Eurotúnel.

Según informes, más de 2.000 refugiados dejaron el campamento el día de ayer y fueron trasladados en autobuses que se dirigen a otros centros de refugiados a lo largo de Francia. Pero miles de personas más permanecen en el campamento y expresan su negativa a irse.

El lunes por la noche, la policía atacó a un grupo de refugiados con gases lacrimógenos después de que estos comenzaran a arrojarles piedras. Esto se presenta al tiempo que las agencias de ayuda afirman que 3.740 refugiados han muerto al tratar de cruzar el Mediterráneo en lo que va de este año, lo que significa que ha sido tres veces más letal que el año anterior para los refugiados que intentan el peligroso cruce.