El Pentágono anunció el lunes que enviará al menos 240 soldados estadounidenses más al norte de Irak en las próximas 36 horas. Las tropas pertenecen a la 82ª división aerotransportada de Fort Bragg, Carolina del Norte. En Mosul occidental continúan los combates intensos, a pesar de los informes del fin de semana de que el ejército iraquí, que recibe el respaldo de Estados Unidos, había suspendido su ofensiva, en medio de revelaciones de que los ataques aéreos dicha coalición habían matado a cientos de personas en las últimas semanas.
Un ataque aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos el 17 de marzo pudo haber matado a 200 civiles, lo que representa uno de los ataques más letales desde que Estados Unidos invadió Irak en 2003.
El lunes, Amnistía Internacional acusó a funcionarios iraquíes de decirles a los residentes de Mosul que no huyeran en medio de los ataques aéreos. En su lugar, dejaron folletos y dijeron por la radio que los civiles debían permanecer en sus casas. Amnistía Internacional dijo: “El hecho de que las autoridades iraquíes aconsejaran varias veces a los civiles que se quedaran, en casa en lugar de huir de la zona, indica que las fuerzas de la coalición debieron saber que estos ataques podrían dar lugar a una cifra significativa de bajas civiles. Los ataques desproporcionados e indiscriminados violan el derecho internacional humanitario y pueden constituir crímenes de guerra”