Wellington, Nueva Zelanda— Tuvo que llegar Miguel Herrera al Tricolor para hallar las tres G: ganar, golear y gustar.
Pasaron 11 meses para que la Selección Nacional lograra un partido oficial redondo en el año y regresara a la comunión con su público, y sólo lo consiguió con su cuarto entrenador en dos meses.
Ni la inercia de dos años positivos con José Manuel de la Torre ni el intento de cambio de imagen con el relevo de Luis Fernando Tena ni la “revolución” que se quedó en intento fugaz de Víctor Manuel Vucetich lograron que México clasificara al Mundial 2014.
Y apareció el “Piojo” al rescate y con su estilo peculiar de acercarse al jugador, sin ataduras ni poses, con un cambio de sistema de juego y con la intensidad de su estilo para dirigir desde el banquillo y en los entrenamientos, cambió la cara al equipo mexicano y le encontró su punto exacto.
Se deshizo también del continuismo para algunos jugadores, incluidos “europeos”, que ya no estaban en
sintonía con las necesidades del equipo y se atrevió a llamar a su base de americanistas y a quienes empujaron fuerte desde abajo por un lugar.
El Tricolor va viento en popa para su pase a Brasil, producto de la paliza de 5-1 en el primer duelo del repechaje, y sólo le corresponde evitar un descalabro mayúsculo para afirmar su contraseña.
El conjunto nacional debe evitar una derrota por cuatro goles de diferencia para estar ya en el Mundial, pero de ser posible, y como el propio Herrera ya lo manifestó, va por la barrida total en la serie, al buscar la victoria en el Westpac Stadium, donde se jugará el partido.
De conseguir un nuevo triunfo, Herrera irá invicto y exacto durante su corta gestión, lo que no pasó con De la Torre, Tena o Vucetich, quienes no pudieron conseguir dos victorias en cotejos de carácter oficial en el 2013, incluso Tena ni llegó a dirigir un par de juegos.
El estratega actual del Tri ganó en dos amistosos ante clubes del Ascenso MX, despachó a Finlandia y dio el golpe duro a Nueva Zelanda al comenzar la repesca.
El equipo mexicano lleva cinco goles en un juego válido de FIFA, cuando en todo el Hexagonal, en 10 partidos con tres técnicos diferentes sólo se lograron hacer siete.
Para redondear la obra, Herrera piensa usar a los mismos 11 que batieron a los “Kiwis” en el Azteca.
El “Piojo” encontró el punto y se ganó al equipo para ponerlo a las puertas de un nuevo Mundial