El sitio de América Latina en el contexto internacional se ha transformado y ahora ya no sólo recibe remesas, sino que también las envía, señala una nota de The Wall Street Journal.
Esta dinámica se ha generado a la par de los cambios en los patrones de migración conforme más países latinoamericanos diversifican sus actividades económicas y crean empleos mejor remunerados.
Western Union es la mayor compañía de envíos de dinero del mundo, transfirió 79 mil millones de dólares en giros en efectivo el año pasado. Hace 10 años generaba más de la mitad de sus ingresos en Estados Unidos. En 2012, esa cifra cayó a menos de 30 por ciento, refiere el periódico.
Por un lado, los inmigrantes están quedándose en países emergentes que les dan la ventaja de estar más cerca de sus raíces y de su familia lo que les permite verla al menos de vez en cuando. Por otro, el aumento de la vigilancia en la frontera estadounidense, aunado al largo recorrido que significa para los sudamericanos, hace que sea un destino menos atractivos para los migrantes.
Muchos colombianos y peruanos se han trasladado a Chile para trabajar en el sector de servicios; y a Panamá, donde ayudan a expandir el canal y el aeropuerto, así como construir un nuevo sistema de metro en ciudad capital.
En Brasil, los bolivianos trabajan en fábricas textiles y comerciantes chinos venden bienes por la calle a la creciente clase media. Los emigrantes de Bangladesh, India y Vietnam se dirigen en tropel al sector de electrónicos de Malasia.
A través de Mercosur, los argentinos, bolivianos, paraguayos y venezolanos pueden trabajar legalmente en los países del bloque.
“Millones de trabajadores ya no dependen tanto de EU para acceder a empleos mejor remunerados que les permiten enviar dinero a sus familias en América Latina, el Caribe y Asia. Ahora, se mudan a economías en desarrollo, provocando un cambio en las transferencias de dinero que se originan en países como Chile, Brasil y Malasia”.
Los países en desarrollo incluso se están convirtiendo en imanes para trabajadores de economías desarrolladas pero alicaídas, como Portugal y España.
En 2012, de las transacciones entre Brasil y Portugal que procesó Western Union 40% eran remesas que salieron frente a 60% que entraron. Sólo cuatro años antes, esos envíos de salida equivalían a apenas 10% del total.
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La mayoría de los expertos no cree que EU pierda su posición como la mayor fuente de remesas del mundo, pero el cambio es firme y continuo a pesar de una reciente desaceleración en algunas economías en desarrollo.