En el estado de Virginia, Estados Unidos, fiscales federales acusaron a cuatro supremacistas blancos oriundos del estado de California de los cargos de conspiración e incitación a disturbios durante la manifestación que se congregó bajo la consigna Unite the Right (“Unamos a la derecha” en español) en agosto de 2017 en la ciudad de Charlottesville y que desencadenó consecuencias fatales.

El procurador general de Estados Unidos, Thomas Cullen, afirmó que los hombres también estuvieron involucrados en actos de violencia en su estado natal, California, durante una serie de mítines políticos, y se refirió a ellos como “alborotadores en serie”. La manifestación del año pasado tuvo como víctima mortal a la activista Heather Heyer, fallecida después de que el supremacista blanco James Alex Fields Jr. condujera su automóvil contra una multitud de manifestantes pacíficos.

En relación a la manifestación, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró en su momento: “Creo que hay culpabilidad en ambas partes […] Pero también hubo muy buenas personas en ambas partes”.