WASHINGTON — Según la AP, la empresa farmacéutica Merck & Co. ayudará a su rival Johnson & Johnson a producir su recién aprobada vacuna contra el coronavirus, a fin de poder suministrar más rápido, confirmó el martes un funcionario del gobierno estadounidense.
El anuncio surge mientras Estados Unidos trata de impulsar la producción de la vacuna de Johnson & Johnson, que requiere de una sola inyección. Funcionarios dicen que J&J tuvo problemas y sólo produjo 3,9 millones de dosis antes de recibir la autorización de emergencia el sábado. La compañía afirma que está en vías de producir 100 millones de dosis para fines de junio.
La semana pasada en una interpelación en el Congreso, el vicepresidente de J&J Richard Nettles declaró que la compañía ha sufrido “desafíos significativos” para su producción debido a su “sumamente complicado” proceso de manufactura.
La oferta de Merck probablemente ayudará a J&J a cumplir con sus metas de producción y aumentar su suministro, pero hasta ahora el gobierno no ha dado detalles.
Se anticipa que el presidente Joe Biden mencione el tema en un discurso la tarde del martes. El gobierno calcula que tendrá suficientes dosis de las tres vacunas aprobadas para inocular a todos los ciudadanos elegibles para mediados de junio, si bien despechar las vacunas a los centros médicos podría demorar un poco más.
No quedaba claro cuándo surtirá efecto la ayuda de Merck en cuanto al suministro de las inyecciones. Anteriormente, los funcionarios federales habían advertido que podría tomar meses montar las complicadas líneas de producción.
Una segunda fuente oficial indicó que Merck dedicará dos plantas al proceso de producción: una para elaborar la vacuna y la otra para colocar la sustancia en frascos y aplicar controles de calidad.
Las dos fuentes oficiales que divulgaron las intenciones de Merck hablaron a condición de anonimato. The Washington Post fue el primero en dar la noticia.
Hace pocas semanas Merck había suspendido sus planes de desarrollar una vacuna, al ver que los resultados de sus pruebas estaban eran decepcionantes comparado con las de otras compañías. Anunció en ese entonces que se enfocaría en tratamientos contra el COVID-19.
Comparado con las vacunas de Moderna y Pfizer, la de J&J requiere de una sola inyección y es menos complicada de administrar, convirtiéndose en pieza clave del plan estadounidense de exportar el remedio al resto del mundo, aunque ello sólo una vez que la población estadounidense está inoculada. La vacuna de J&J necesita ser almacenada en temperaturas frías pero no gélidas, y no obliga al paciente a regresar cuatro semanas después para ponerse una segunda inyección.