Cuídala que solo hay una.

La piel no miente. Si queremos proteger su bienestar debemos mantener una rutina de cuidado e higiene apropiadas para nuestras necesidades particulares.

Algunos ingredientes de la naturaleza son herramientas muy importantes para llevar a cabo este proceso. Muchos de ellos han sido evaluados científicamente para examinar sus propiedades y beneficios. Por eso es común encontrarlos como ingredientes de distintas cremas y lociones para cuidar la piel. Conoce algunos de estos aliados.

Urea pura. Este compuesto químico es el producto final del metabolismo de las proteínas en los humanos y todos los demás mamíferos. En su forma pura y limpia (creada en laboratorios), se utiliza  porque sirve de barrera para retener la humedad en el cuerpo. Las pieles secas se benefician de este compuesto.

Vitamina A. Se le conoce también como retinol o ácido retinoico. Posee propiedades antioxidantes, sustancias que podrían proteger las células de los efectos de los radicales libres. También es un nutriente importante para la visión, la división celular, el crecimiento, la reproducción y la inmunidad.

Vitamina B. Las vitaminas B son: B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6, B7 (biotina), B12 y ácido fólico. Entre sus funciones  está contribuir al proceso que realiza el  cuerpo para obtener energía de la comida. También asisten en la formación de glóbulos rojos.

Vitamina E. Es un nutriente con propiedades antioxidantes, importante para la salud de la sangre, la piel y el cerebro. Muchos productos cosméticos y cremas hidratantes contienen colágeno, elastina y vitamina E, procedentes de la manteca de cacao, manteca de karité y aceite de emú.

L. Casei F. El Lactobacillus casei es un componente de los productos probióticos por ser una “bacteria buena” que contribuye a muchas funciones del cuerpo. Activa el campo de defensa de la piel para protegerla y mantener su vitalidad.

Ácido láctico. Proviene de la descomposición de glucosa durante el proceso de metabolismo glucolítico que ocurre, por ejemplo, cuando  levantas pesas o corres a velocidad rápida, con  mucha intensidad, y por periodos pertenece al grupo de los alfahidroxiácidos. Aunque existe de forma natural en el organismo, también se extrae de la leche. Penetra más lentamente en la epidermis que otros ácidos y es favorable para pieles sensibles, secas o semisecas.

Tómalo en cuenta

Protégete del sol: Utiliza un bloqueador solar de amplio espectro que tenga un factor de protección solar de, al menos, 15. Reaplícalo  cada dos horas o con más frecuencia si estás nadando o sudando mucho.

No fumes. Fumar contribuye a la formación de arrugas, ya que estrecha los pequeños vasos sanguíneos que ubican en las capas más superficiales de la piel. Esto afecta el flujo de oxígeno y nutrientes importantes.

Limita la duración del baño. El agua caliente y las duchas o baños muy largos eliminan los aceites naturales de la piel. Prefiere el agua tibia.

Cuida tu dieta. Come frutas, vegetales, cereales integrales y proteínas magras en cantidades abundantes.

Controla el estrés. El estrés no controlado puede hacer que la piel se vuelva más sensible y provocar brotes de acné y otros problemas de la piel. Para fomentar una piel sana —y un estado de ánimo saludable— toma medidas para controlar el estrés.