El Congreso de Estados Unidos está a punto de aprobar una contundente reforma al código tributario, que beneficiará considerablemente a las corporaciones y los estadounidenses más adinerados, además de acabar con un pilar central de la emblemática ley de salud del ex presidente Barack Obama.
Poco después de la medianoche, el Senado aprobó una versión final del proyecto de ley, por 51 votos contra 48, siguiendo las líneas partidarias. Mientras tanto, en la sala estallaban las protestas, con cánticos de “maten a la ley, no a nosotros”, que interrumpieron brevemente el proceso.
La votación del Senado se produjo a pesar de la abrumadora oposición pública a la medida. Una encuesta realizada por los medios NBC News y The Wall Street Journal halló que menos de una cuarta parte de los estadounidenses considera que el plan tributario es una buena idea, mientras que dos tercios de los encuestados declararon que el plan estaba diseñado principalmente para ayudar a las grandes empresas y a los ricos. Este es el líder republicano de la mayoría del Senado, Mitch McConnell.
Mitch McConnell declaró: “Esta es mi opinión: si no podemos venderle esto al pueblo estadounidense, debemos seguir otra línea de trabajo. Creo que esto es un logro importante para el país, que las personas van a valorar y apreciar, pero obviamente nos exige seguir en diálogo con el pueblo estadounidense”.
Los 48 miembros del Bloque Demócrata del Senado votaron en contra del proyecto de ley. Durante el debate, el demócrata de Ohio Sherrod Brown abrió las puertas de la cámara senatorial y señaló a los lobistas que entraban y salían de las oficinas del líder republicano Mitch McConnell, y a continuación afirmó que eran responsables de un proyecto de ley que enriquecería a los millonarios y a las corporaciones al tiempo que eliminaría la asistencia médica para los estadounidenses comunes y corrientes.
Sherrod Brown expresó: “Quiero que mis colegas piensen en esta imagen, este flujo de lobistas que entran y salen de la oficina del senador McConnell, este flujo de lobistas de las mayores y más acaudaladas corporaciones de Estados Unidos: las tabacaleras, las aseguradoras, las empresas que tienden a manejar este gobierno. Quiero que piensen en eso. Quiero que piensen esto: ¿están del lado de los trabajadores, que hacen el trabajo pesado, que no pueden trabajar hasta los 70 años, o están del lado de los directores ejecutivos y de los políticos que hacen lo que les dicen los directores ejecutivos?
Los comentarios de Sherrod Brown provocaron los reproches de un asistente del senador Mitch McConnell, quien declaró que “carecían de decoro”.