Los padres de familia estarían intoxicando a sus propios hijos, sin saberlo, al darles dosis equivocadas de medicamento, de acuerdo a un estudio de la Asociación de Pediatras de Estados Unidos.

Los especialistas recomiendan usar una jeringa para poder realizar mediciones más exactas. Evitar el uso de la “tacita” para medir las dosis de medicamentos puede ayudar a aminorar la posibilidad de errores.

Shonna Yin, una de las investigadoras del estudio y profesora asociada de Pediatría de la Universidad de Nueva York, señaló que “si los padres no tienen una jeringa oral, el proveedor debería entregar una a los padres para llevar a casa… especialmente para la aplicación de dosis pequeñas. Utilizar una jeringa hace una gran diferencia en la precisión” de administración del medicamento.

Además, tanto la Academia Americana de Pediatría y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) recomiendan que los padres eviten usar las cucharas de cocina, porque éstas pueden variar en tamaño y forma. Ellos recomiendan el uso de herramientas con las marcas estándar de dosificación, en su lugar.

La investigación fue liderada por una quincena de médicos de diferentes nacionalidades, a nombre de la Asociación Americana de Pediatras (AAP). Para ello, los especialistas asignaron a un total de 210 padres distintas herramientas e instrucciones para ver qué combinación producía menos errores.

El muestreo se llevó a cabo en distintas clínicas pediátricas de Nueva York, Atlanta y Stanford, y concluyó que los errores de dosificación se producen en su mayoría por esta incómoda tacita de medir que suele acompañar a los medicamentos infantiles. El margen de error disminuyó significativamente cuando los padres utilizaban en su lugar una jeringa oral.

Los resultados demostraron que al menos un 84.4 por ciento de los padres equivocaron la cantidad de medicina administrada. De este porcentaje, más del 68 por ciento resultaron en sobredosis y de éstas, el 21 por ciento duplicó la dosis que se les había pedido aplicar. El estudio determinó que cuanto más pequeña la dosis mayor probabilidad de cometer errores.

El estudio titulado “Errores de medicamentos líquidos y herramientas de dosificación: un experimento controlado aleatorio”, explica que las etiquetas y envases mal diseñados son los principales contribuyentes de los errores de medicación, que provoca que los padres de familia, en algunos casos, lleguen a dar más del doble de medicina de la que indicó el médico.

Para identificar los atributos de las etiquetas y las herramientas de dosificación que podrían mejorarse, se analizó el grado en que las tasas de error de dosificación se ven afectadas por las características de la herramienta (es decir, tipo, marcado, complejidad) y la discordancia entre las unidades de medida en las etiquetas y las herramientas de dosificación, junto con las diferencias de conocimientos sobre la salud y el lenguaje.

De acuerdo con el sitio poison.org, que monitorea en tiempo real todo tipo de emergencias relacionadas con exposición a sustancias venenosas, el 79.4 por ciento de las exposiciones a sustancias tóxicas reportadas a los centros de toxicología de Estados Unidos en 2014 fueron no intencionales. Mientras tanto, 16.7% fueron intencionales, y el 2.4 por ciento fueron reacciones adversas.

En los niños menores de 6 años, el 99 por ciento de las exposiciones han sido no intencionales, en comparación con sólo el 37 por ciento de las exposiciones sufridas por adolescentes y el 61 por ciento de los casos en adultos.

A partir de este estudio, la recomendación es incorporar como herramienta de medición la jeringa oral, algo que se consigue fácilmente en cualquier farmacia y a bajo precio.