Bajo un sofocante calor, que obligaba a la muchedumbre a abanicarse y guarecerse bajo sombrillas, el cortejo fúnebre caminó por varias calles del casco urbano.

Coamo.- Para el gobernador Alejandro García Padilla el aire que soplaba ayer en la Villa de San Blás de Illescas era distinto, como si faltara algo.

“Coamo es un pueblo muy vivo… pero hoy (ayer) se siente domingo en Coamo. Es como si el aire sintiera que falta algo”, expresó el mandatario al despedir en su última morada a su progenitora, doña María de los Ángeles Padilla Passalacqua.

Con emotivas palabras, el Gobernador encabezó el duelo en el Cementerio Municipal y exaltó las cualidades y valores que aprendió de su madre, a quien describió como “una luchadora hermosa” hasta en el momento de su muerte.

Le acompañaban sus hermanos, Antonio, ex presidente de la Universidad de Puerto Rico; Juan Carlos, alcalde de Coamo;  Liliana y Marisell, quien es esposa del cantante Chucho Avellanet.

Padilla Passalacqua falleció el lunes debido a una afección pulmonar que la mantuvo hospitalizada desde el 25 de julio.

A nombre de su familia, el Gobernador agradeció al País, al liderato político y religioso las muestras de cariño y de solidaridad.

“Son momentos en que la fe se fortalece. Como cristianos estamos seguros que ella goza de la presencia del Señor y estamos seguros de que ha alcanzado la Gloria eterna”, dijo.

Compungido, pero sosegado,  subrayó que su madre fue una mujer tan intensa y presente en la vida de él y de sus cinco hermanos que les será muy difícil dejar de tener su presencia física.

“Ella va a seguir muy presente en nuestras vidas. Es como un llamado constante a la conciencia de nosotros”, sostuvo al recordar  algunas de sus expresiones como:  “Ustedes van a ser buenos porque a mí me da la gana” y  “Antes comemos piedra que hacer las cosas mal”.

“Toda su intensidad era en una dirección, siguiendo unas causas puertorriqueñistas a rabiar. Lo heredó de mis abuelos, de mis bisabuelos, del movimiento liberal de Luis Muñoz Rivera para acá”, añadió el Primer Ejecutivo, quien hizo un recuento a los periodistas de las palabras que pronunció en la despedida de duelo ya que la prensa no tuvo acceso al interior del camposanto.

“Yo la llamaba todas las mañanas saliendo de la escuela de los nenes”, indicó. Destacó además, que para ella no había términos medios: “lo que estaba bien, estaba  bien y lo que estaba mal, estaba mal”.

Añadió que doña Delo, como la llamaba cariñosamente su familia, fue una mujer insistente, resistente y combativa hasta en el modo de morir.

Dijo que no dio muestras de agonía y en los últimos momentos, los doctores les decían que su corazón no quería parar de latir, pero “sus pulmones no le daban para más”.

“Ha sido (un duelo) muy emocionante, con un sentido profundo de unos hijos que la adoraban y de una madre que los adoraba a ellos”, expresó con voz entrecortada el ex gobernador Rafael Hernández Colón.

Antes del sepelio, que culminó pasada la 1:00 de la tarde, en la Iglesia San Blás de Illescas, donde el féretro con sus restos estuvo expuesto desde el lunes en la tarde, el Obispo de Ponce, Rubén González ofició una misa por su descanso eterno.

Desde temprano en la mañana cientos de personas se reunieron en la plaza pública del pueblo para darle el último adiós a doña María de los Ángeles, cuya casa se veía desde el lugar.

La iglesia no dio abasto para recibir a la gente y muchos se aglomeraron en las entradas del templo.

Entre los presentes en la misa estaban el presidente y candidato a gobernador del Partido Popular Democrático (PPD), David Bernier; el ex aspirante a la gobernación del Partido Nuevo Progresista (PNP), Carlos Pesquera, y el representante novoprogresista, José “Quiquito”Meléndez.

También acudieron jefes de agencias, empleados de La Fortaleza, los legisladores populares Luis Vega Ramos, Víctor Vasallo y Rossana López, así como varios alcaldes populares, entre ellos los ejecutivos de Cayey, Juana Díaz, Hormigueros, Juncos y Dorado.

El salsero Gilberto Santa Rosa y el comediante Otilio Warrington también se presentaron a la iglesia para expresar su solidaridad a la familia.

“Esta gente son como familia”, dijo Santa Rosa.