El presidente Trump se declaró nuevamente a favor de la pena de muerte para los narcotraficantes durante un discurso en Manchester, Nuevo Hampshire.

El presidente Donald Trump enunció: “La pena máxima tiene que ser la pena de muerte… A menos que haya consecuencias muy, muy poderosas, encabezadas por la pena de muerte, para los agresores y abusadores realmente malos, no lograremos nada. Y yo les digo que vamos a lograrlo”.

Datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indican que más de 67.000 personas fallecieron el año pasado por sobredosis de drogas en Estados Unidos. Durante su discurso, Trump también atacó a la ciudad refugio de Lawrence, Massachusetts, culpándola por la propagación del fentanilo en Nuevo Hampshire –se llama ciudades refugio a aquellas que limitan la cooperación de la policía local con los agentes federales de inmigración–.