El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que no dará marcha atrás a su plan de imponer nuevos aranceles al acero y aluminio importados, a pesar de la oposición de su propio partido.

Prominentes republicanos y líderes empresariales han criticado el plan de Trump, ya que afirman que las tarifas perjudicarán a la industria manufacturera y pondrán en peligro la competitividad de Estados Unidos.

Los dos principales republicanos del Congreso, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, presuntamente le habrían implorado a Trump en privado que reconsiderara su decisión. Por otra parte, algunos demócratas han celebrado el cambio.