El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó una nueva ronda de sanciones contra Rusia, sólo un día después de que la embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas, Nikki Haley, anunciara que su país impondría sanciones a las empresas rusas vinculadas con el programa de armas químicas de Siria.
La marcha atrás se produjo al tiempo que una delegación de inspectores de armas químicas afirmara que los gobiernos de Siria y Rusia no le permitieron llegar a la ciudad siria de Duma para investigar el supuesto ataque con armas químicas que habría tenido lugar hace diez días, en el que murieron decenas de personas.
Estados Unidos, el Reino Unido y Francia atacaron Siria con aviones de combate el viernes por la noche como respuesta al presunto ataque. La acción militar, que desató duras críticas contra la primera ministra británica Theresa May, a la que se acusa de llevar a cabo los ataques sin la aprobación del Parlamento, también generó críticas en Francia, donde los legisladores debatieron sobre los ataques en la Asamblea Nacional y el Senado el lunes. Estas son las palabras del primer ministro de Francia, Édouard Philippe.
El primer ministro Édouard Philippe afirmó: “Nuestro enemigo no es Siria. No entablamos una guerra contra Siria o contra el régimen de Bashar al-Assad. Nuestro enemigo es el Dáesh [el autoproclamado Estado Islámico]. Queremos acabar con el movimiento terrorista que ha organizado, en nuestro territorio, ataques fatales que golpearon profundamente a varias familias francesas y, más allá de eso, a todas las almas”.
Los legisladores demócratas estadounidenses también criticaron al gobierno de Trump por haber llevado a cabo los ataques sin la aprobación del Congreso.