Morelia, Mich.- Autoridades de los cuerpos de auxilio municipales de Zitácuaro informaron que un hombre intentó envenenar y apuñalar a su esposa y a sus dos hijos, de 6 y 8 años de edad respectivamente, para después intentar suicidarse, pero no logró ninguno de sus objetivos.

El sujeto argumentó que, debido a una fuerte depresión generada al enterarse que estaba enfermo del corazón, el no tener empleo y las condiciones de pobreza en las que vivía con su familia, lo orilló a intentar matarlos para después suicidarse.

De acuerdo a los reportes de emergencia, los hechos se registraron en la parte alta del cerro conocido como “Granjeno” de ese municipio, colindante con el Estado de México, donde las víctimas quedaron lesionadas e intoxicadas.

En el lugar, los paramédicos encontraron a los dos menores de edad, tirados sobre una brecha, quienes dijeron llamarse Yamileth y Saúl, de 6 y 8 años de edad, quienes presentaban cuadros de intoxicación por suministro de veneno para cucarachas, de acuerdo con la valoración médica.

El niño además presentaba dos heridas en la caja torácica causadas con un cuchillo y una mordida que le dio su papá en la misma parte del cuerpo. Ambos niños fueron trasladados a un hospital público de Zitácuaro, donde aún no se da a conocer su estado de salud.

Un par de kilómetros adelante, los rescatistas encontraron a los padres de los menores, cuyos nombres son Saúl y Laura, de 30 y 29 años de edad, respectivamente.

La madre de los menores fue encontrada, al igual que sus hijos, con un cuadro de intoxicación alta, y tenía tres heridas de cuchillo a la altura del abdomen, mientras que su esposo, además de consumir la misma sustancia tóxica, tenía 13 heridas en abdomen causadas por arma blanca.

El papá narró que, junto con su esposa e hijos, subieron a un cerro donde intentó matarlos por la depresión en la que se encontraba, pues le detectaron que está enfermo del corazón y que no tenía trabajo, añadió que nadie los apoya y que llevaban varios días sin comer.

Por su parte, los menores dijeron a los paramédicos que ellos no querían hacer lo que sus papás les decían, pues además de que se les abrió la boca por la fuerza para que tragaran el veneno, al niño se le acuchilló, por lo que ambos bajaron como pudieron del cerro para pedir ayuda, ya que sus papás no podían caminar, señala el informe de los cuerpos de auxilio.