Screen Shot 2013-12-31 at 8.30.41 AMBrasilia– El exanalista de inteligencia estadounidense Edward Snowden afirmó que aceptaría asilo en Brasil, pero lo rechazaría si fuese a cambio de ofrecer información sobre el programa de espionaje norteamericano, aseguró este domingo el programa “Fantastico” de la televisora brasileña Globo.

Preguntado sobre si aceptaría asilo de Brasilia, Snowden respondió: “Claro, si el gobierno brasileño quisiera defender los derechos humanos sería un honor hacer parte de eso”. Pero el exanalista negó condicionar la entrega de informaciones a cambio de asilo. “Nunca voy a cambiar informaciones por asilo, y tampoco creo que el gobierno brasileño haría eso”.

El programa dijo haber entrevistado a Snowden por correo electrónico a través de su abogado en Nueva York para evitar interceptaciones, y divulgó su contenido en Internet.

El exanalista estadounidense, asilado temporalmente en Rusia hasta agosto próximo, comentó también las conclusiones de un panel de expertos comisionados por la Casa Blanca, que recomendó esta semana reducir el

poder de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA, en inglés) al advertir que su espionaje masivo ha ido demasiado lejos.

Snowden señaló que los apuntes de los expertos no son “de ninguna manera” suficientes, pero reconoció que “es un comienzo y dar ese primer paso es importante”.

“Recuerde que el grupo de consejeros fue compuesto por personas elegidas a dedo. Su misión no era contener los abusos, era restaurar la confianza del público en la actividad de espionaje. Muchas de las recomendaciones que hicieron fueron cambios cosméticos, cosas que suenan bien pero cambian poco”.

El martes, el diario Folha de Sao Paulo divulgó “una carta abierta al pueblo brasileño” escrita por Snowden, en la que el exanalista expresó su disposición a “auxiliar” en las investigaciones del Senado sobre las denuncias de espionaje estadounidense a brasileños.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha denunciado tanto en su país como en la ONU el espionaje estadounidense, que según revelaciones de prensa, en base a las filtraciones de Snowden, afectó las comunicaciones de la propia mandataria, la petrolera estatal Petrobras y ciudadanos brasileños anónimos. Tras las denuncias, Rousseff canceló una visita de Estado a Washington programada para octubre.