WASHINGTON  — El Senado dio un paso hacia la aprobación de un proyecto de ley de infraestructura de un billón de dólares el sábado cuando legisladores de ambos partidos se unieron y votaron a favor de superar un obstáculo crucial de procedimiento, pero la acción se estancó rápidamente cuando los detractores trataron de desacelerar la aprobación de una de las prioridades principales del presidente Joe Biden.

La medida proporcionaría una inyección enorme de fondos federales a una serie de proyectos de obras públicas, desde carreteras y puentes hasta el acceso a internet de banda ancha, agua potable y más. En una coincidencia bipartidista inusual, los republicanos se unieron a los demócratas durante una sesión del fin de semana para superar el umbral de los 60 votos necesarios a fin de avanzar la medida hacia la votación final. El resultado fue un sólido 67-27. De aprobarse, la iniciativa será enviada a la Cámara de Representantes.

Sin embargo, el ímpetu perdió fuerza debido al rechazo de los detractores a saltarse las 30 horas de debate obligatorio previo a la votación, lo que podría retrasar la pronta aprobación del plan y resultar en un trabajo arduo de varios días.

“Podemos lograr que esto suceda de la manera fácil o de la manera difícil”, dijo el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, al iniciar la sesión del sábado.

Los senadores se han reunido por segundo fin de semana consecutivo para trabajar sobre la Ley de Inversiones de Infraestructura y Empleos, que es el primero de dos paquetes de infraestructura de Biden. Una vez concluida la votación, los senadores abordarán el siguiente punto en la agenda de Biden, un borrador presupuestario para un plan por 3,5 billones de dólares para atención infantil y de adultos mayores, y otros programas que suponen un proyecto más partidista y que previsiblemente sólo consiga el apoyo demócrata.

Schumer ha prometido que mantendrá a los senadores en sesión hasta que terminen con la propuesta de ley bipartidista y comiencen los votos iniciales sobre el próximo plan de grandes dimensiones.

La vicepresidenta Kamala Harris llegó al Capitolio para participar en las reuniones sobre la iniciativa bipartidista, que según Biden ofrecería potencialmente una “inversión histórica”, a la altura de la construcción de la ferrovía transcontinental o del sistema interestatal de autopistas.

Superar el umbral de los 60 votos fue una señal de que la alianza tenue entre republicanos y demócratas podría mantenerse para el paquete de obras públicas. Al menos 10 republicanos tuvieron que unirse a todos los demócratas para que la medida pasara una táctica dilatoria —y al final 18 senadores republicanos dieron su voto para que el paquete avanzara.

Hasta el momento, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, ha permitido que la ley avance y su voto a favor fue observado de cerca.

“Este es un acuerdo”, dijo antes de la votación.

Algunos senadores republicanos intentan retrasar el programa de votaciones sucesivas con la esperanza de ldentificar o detener lo que parece ser un avance de los demócratas para concretar los objetivos de infraestructura del presidente.

El senador Bill Hagerty, republicano de Tennessee y un aliado del expresidente Donald Trump —que fue embajador del exmandatario en Japón_, se contó entre quienes encabezaron el intento para que el Senado tarde todo el tiempo necesario para el debate y hacer las enmiendas al proyecto de ley.