Por DÁNICA COTO

SAN JUAN (AP) — El gobernador de Puerto Rico anunció el lunes que eliminará el uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados por segunda vez desde el inicio de la pandemia, a medida que disminuye el número de casos y hospitalizaciones.

La nueva medida entrará en vigor el jueves con algunas excepciones: el uso de mascarillas aún será obligatorio en instalaciones de salud y asilos de ancianos.

Además, a partir del 10 de marzo las personas que viajen por el territorio puertorriqueño ya no deberán presentar un certificado de vacunación, un resultado negativo de la prueba para COVID-19 ni el formulario que se requiere en la actualidad.

El gobernador Pedro Pierluisi también levantará todas las restricciones respecto al límite de capacidades en establecimientos públicos y privados, y agregó que ya no será obligatorio presentar pruebas de vacunación para ingresar a estos lugares. Añadió que se eliminarán los requisitos de vacunación para las personas, incluidos los estudiantes de escuelas públicas, los empleados de restaurantes y los trabajadores de la salud.

Por su parte, la Coalición Científica de Puerto Rico, un grupo de expertos designado por el gobernador para brindarle asesoría durante la pandemia, se mostró de acuerdo con algunas de las medidas anunciadas, aunque dijo que se deberían mantener los mandatos de vacunación para ciertos grupos al igual que el certificado de vacunación para eventos de 1,000 personas o más.

También recomendó el uso de mascarillas en lugares cerrados en los que se atiende al público, como aeropuertos, autobuses y otros.

“Todavía estamos ante escenarios inciertos en el contexto de las variantes”, dijo la doctora Iris Cardona, miembro de la coalición.

El territorio estadounidense de 3,2 millones de habitantes ha reportado una tasa de positividad de 4%, un declive considerable del cerca de 40% registrado durante el periodo navideño.

Pierluisi indicó que más del 95% de la población de Puerto Rico ha recibido al menos la primera dosis de la vacuna, el 86% ya cuenta con la segunda dosis y a más del 50% le fue aplicada la inyección de refuerzo.

La isla ha reportado más de 267.000 contagios confirmados y más de 4.000 muertes por COVID-19.