La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es muy común.
Alrededor de 79 millones de personas en los Estados Unidos, en su mayoría adolescentes, están infectadas por el VPH.
Casi todas las personas contraen la infección por el VPH en algún momento de su vida, pero la mayoría de ellas nunca se enteran de que han sido infectadas. Se han identificado 150 tipos del virus de VPH. Los más asociados a desarrollo de cáncer cervical son los tipos 16 y 18 en un 66%, pero también se han asociado en un 15% a los virus 31, 33, 45, 52 y 58.
Se estima que alrededor de 17,000 mujeres anualmente contraen cánceres asociados al VPH en los Estados Unidos. El cáncer de cuello uterino es el más frecuente. Alrededor de 9,000 hombres contraen un cáncer asociado al VPH y los más frecuentes son el de la parte posterior de la garganta, lengua y amígdalas.
El VPH también puede causar cánceres de vulva y de vagina en las mujeres, cáncer de pene en los hombres y cáncer de ano en mujeres y hombres.
La vacunación contra el VPH es importante porque las infecciones que causan la mayoría de estos cánceres se pueden prevenir con la inmunización. En Puerto Rico, esta vacuna cobra aún más importancia, ya que la incidencia de cáncer de cuello uterino es mayor que en Estados Unidos, un 11.4 versus 6.4 en Estados Unidos. El cáncer de cuello uterino es uno de los cánceres más prevalentes en Estados Unidos, pero a su vez es el más prevenible debido a la disponibilidad de la vacunación contra el virus.
La vacuna disponible contra el VPH está hecha de partículas parecidas al virus, sin embargo, no contienen DNA del virus, por lo que no contagian la enfermedad y no causan cáncer. A su vez, los estudios siguen mostrando que la vacuna contra el VPH es segura.
La vacuna causa una respuesta inmune mucho mejor que la infección por el virus. Se recomienda vacunar a los adolescentes entre las edades de 11-12 años porque se ha encontrado mayor eficacia y respuesta a la vacuna cuando se les administra durante esas edades. Es por esto, que todos los padres debemos vacunar a nuestros adolescentes, ya que con solo dos dosis estamos previniendo que padezcan de estos tipos de cáncer a lo largo de su vida.