Washington— La Suprema Corte de Estados Unidos despejó ayer el camino para una expansión inmediata del matrimonio de parejas del mismo sexo, al rechazar inesperadamente las apelaciones de cinco estados que buscaban prohibir las uniones de homosexuales y lesbianas. La orden del tribunal máximo legaliza en efecto ese matrimonio en 30 estados.
Sin comentario, los jueces pusieron fin a las dilaciones que obstaculizaban las uniones de los matrimonios del mismo sexo en Indiana, Oklahoma, Utah, Virginia y Wisconsin.
Las parejas en otros seis estados –Colorado, Kansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, West Virginia y Wyoming– deberían poder casarse pronto. Estos estados estarían sujetos a los mismos fallos de tribunales de apelación que quedaron pendientes de la revisión de la Corte Suprema.
No hay otros casos pendientes ante la Corte Suprema, pero los jueces no resolvieron por ahora la cuestión de los matrimonios del mismo sexo a nivel nacional. De todos modos, esos 11 estados elevan a 30 el número de estados donde esa unión es legal, además del Distrito de Columbia.
Hay objeciones pendientes en cada estado.
Evan Wolfson, que preside la organización Libertad de Casamiento, exhortó al tribunal supremo a “completar la tarea”. Wolfson dijo que “la demora en afirmar la libertad del casamiento a nivel nacional prolonga el emparchado de la discriminación estado por estado y los perjuicios e indignidad que la negativa al matrimonio sigue infligiendo a demasiadas parejas en demasiados sitios”.